Aunque Fiat tiene alrededor de USD 10 000 millones en efectivo, lleva meses trabajando un plan para lograr financiación bancaria para adquirir el 41,5% de Chrysler que aún controla VEBA, el fondo de pensiones voluntario del UAW (Unión de Trabajadores de Autos). La cifra para esa compra podría rondar los USD 4 000 millones.
Fiat -con el efectivo en la mano- puede articular la compra, pero eso podría implicar una rebaja en su calificación crediticia, algo que no quiere que suceda, por lo que prefiere financiar la operación y concluirla este mismo año.
Según cuenta la agencia Reuters, la compañía italiana estaría a un paso de cerrar la operación bancaria, y ejercería su opción de compra este mismo mes de mayo, intentando lograr la consolidación de las dos empresas en una única entidad.
Para este proceso, se necesita resolver la situación del precio por acción pactado entre el VEBA y Fiat, tras los desacuerdos previos. Un tribunal estadounidense determinará el precio justo por acción, lo que clarificará todavía más el costo de la operación.
El Town and Country 2013 es el más nuevo de la familia Chrysler S.
Una vez que se concrete la fusión completa, Fiat podrá reunir el líquido de ambas compañías para emplearlo directamente en desarrollos nuevos de plataformas comunes para productos de todas sus filiales. Hasta ahora, el dinero guardado por Chrysler solo podía dedicarse a inversiones de esta firma en Estados Unidos para productos de sus marcas.
El Chrysler 300 Glacier 2013 tiene un diseño que permite conducir en carreteras llenas de nieve
La empresa, presidida por Sergio Marchionne, gana así el control de la compañía de Detroit y se convierte en la sexta automovilística del mundo con una producción de 4,5 millones de vehículos (dos de ellos de la marca italiana), un volumen que le permite aspirar a los seis millones de unidades, algo esencial para ser rentable.
El Chrysler 300 SRT8 2012 fue presentado en el AutoShow de NY.
Igualmente, la operación ha estado bendecida y financiada por el Departamento del Tesoro estadounidense. Con esta venta, el gobierno de Barack Obama completa, al menos por ahora, la reestructuración de las dos compañías nacionales en quiebra.
Se cree que Marchionne no va a querer quedarse ahí, ya que una vez que controle Chrysler, Mazda será su próximo objetivo para consolidar el tejido estructural mínimo que quiere el CEO italiano.
Fuente: autoblog.com