Škoda Octavia mantiene el estilo y eleva la propuesta
Desde su aparecimiento en 1997, el Škoda Octavia causó una grata impresión entre el público americano, a pesar de que por entonces la marca checa era poco conocida en el continente.
Škoda Octavia mantiene el estilo y eleva la propuesta
El auto impactó principalmente por su bien logrado diseño, por su práctica configuración con portón trasero y por el hecho de que unos pocos años atrás, Škoda se había convertido en parte del grupo Volkswagen, lo cual era una garantía de calidad y respaldo.
Škoda Octavia mantiene el estilo y eleva la propuesta
18 años después, la tercera generación del Octavia llegó al mercado ecuatoriano de la mano de Eurovehículos, empresa representante de Škoda en Ecuador.
Puede decirse que, en materia de diseño, durante ese tiempo el modelo ha cambiado lo estrictamente necesario para adaptarse a las nuevas tendencias. Ese es un lujo que solo pueden darse los autos a los que la preferencia popular llegan a convertir en clásicos con el paso del tiempo.
Así lo confirman sus líneas exteriores. Aunque es más grande, el estilo es muy similar a los ejemplares de primera y segunda generaciones e incluso conserva el sistema de acceso al maletero, que incluye al parabrisas posterior y se considera una quinta puerta.
El interior es muy sobrio y hasta cierto punto minimalista, pues prescinde de todo tipo de elementos innecesarios y formas exageradas, especialmente en el tablero de instrumentos.
Škoda Octavia mantiene el estilo y eleva la propuesta
Motor: 1 798 cm³ TSI 16v DOHC
Potencia: 177 caballos entre 5 100 y 6 200 rpm
Torque: 250 Nm entre 1 250 y 5 000 rpm
Caja: automática DSG de siete velocidades con función manual
Velocidad Máxima: 231 kilómetros/hora
Tracción: delantera
Dirección: electromecánica
Uno de los rasgos que más acerca al Octavia de tercera generación a sus antecesores es el diseño posterior, y particularmente los grupos ópticos.
El equipamiento y la tecnología marcan las diferencias más significativas con sus antecesores. De hecho, al Octavia actual se le considera un modelo de alta gama, pues le dejó su lugar a su ‘hermano menor’: Rapid, y subió de nivel para competir contra vehículos de categoría superior.
Entre los elementos más destacados con los que cuenta se puede citar al sistema de acceso sin llave y encendido por botón, volante multifunción forrado de cuero, radio con reproductor de CD, puerto USB, entrada auxiliar y conectividad Bluetooth, computadora a bordo, sensores de parqueo posteriores y cámara de reversa.
Mecánicamente fue concebido para satisfacer las exigencias de quienes procuran una conducción deportiva y tienen altas expectativas respecto de la respuesta mecánica de un vehículo.
Los 177 caballos de potencia y los 250 Nm de torque que entrega su motor turboalimentado de gasolina, de
1,8 litros, hacen del Octavia un verdadero ‘misil’ con ruedas, que declara una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,4 segundos. No obstante, la sofisticada caja automática DSG de doble embrague y siete velocidades, con función manual, gestiona la entrega de potencia de tal manera que el auto resulta muy fácil y agradable de conducir.
Pese a su poderío, su rendimiento de combustible es alto: 47 km en ciudad y 70 km en carretera. La longitud total de 4,66 metros, la distancia entre ejes de 2,68 m y unas llantas de medidas 205/55R16, le hacen muy estable.
El ímpetu de esta mecánica se controla mediante unos frenos de disco en las cuatro ruedas con sistema antibloqueo.