José Quiñaliza, triple campeón mundial máster de salto triple

A la derecha, una foto archivo de 1985, en un Festival Sudamericano de Chile. Foto: Cortesía de José Quiñaliza

A la derecha, una foto archivo de 1985, en un Festival Sudamericano de Chile. Foto: Cortesía de José Quiñaliza

José Quiñaliza exhibe las medallas de oro y plata obtenidas en los mundiales Máster. Foto: Cortesía de José Quiñaliza.

José Quiñaliza no se olvida del mes y año de su arribo a Boston, Estados Unidos, puesto que coincide con los atentados a las Torres Gemelas, registrados el 11 septiembre del 2001. Desde entonces se radicó en ese país y durante el año trabaja como entrenador en Atlanta y Alaska.

El saltador ecuatoriano de 57 años prepara a estudiantes de entre 14 y 17 años en Atlanta (Georgia), de enero a junio. Allí dirige las pruebas de saltos: alto, largo y triple, a hombres y mujeres. De julio en adelante entrena a niños con capacidades especiales en Alaska.

Vive solo en Estados Unidos. Se casó dos veces: primero con una cubana, cuando estudiaba Cultura Física en La Habana, y después con una profesora estadounidense. Con cierta resignación cuenta que, “no tuve suerte, ambas estuvieron embarazadas, pero lamentablemente no tuvieron hijos”.

Cada fin de año suele visitar a su familia y a sus amigos en el valle del Chota, Imbabura, de donde es oriundo. En diciembre del 2018 no vino al país porque se gastó sus ahorros con motivo del Mundial de Atletismo Máster en Málaga, España. Allí terminó con la presea de plata en salto triple, en la categoría más de 55 años.

A finales de marzo pasado, en Torun, Polonia, se proclamó campeón mundial en la categoría 55-59 años. Tuvo 16 rivales y lideró la prueba de salto triple con una marca de 12,45 metros. Las medallas de plata y bronce fueron para Alfred Stummer (Austria) y Valeri Fedjushin (Estonia), con 12,34 y 11,34 m, en ese orden.

Cada año tiene al menos dos participaciones internacionales e invierte de su bolsillo cerca de USD 5 000 para cubrir gastos de alimentación, estadía, pasajes aéreos. Los costos son altos porque la mayoría de certámenes son en Europa.

Quiñaliza tenía siete hermanos: cinco varones y dos mujeres. El primero, Braulio, falleció en diciembre del 2018 en un accidente de tránsito; mientras Óscar, quien era corredor de 800 y 1 500 m, murió hace 15 años. Su hermana María vive en España (la visitó durante el Mundial en Málaga) y los demás residen en Imbabura. Uno de ellos, Efrén, es un expolicía.

Su incursión en el atletismo resultó tardía. Recuerda que a los 18 años se estrenó en un nacional, siendo cuarto en salto alto y sexto en salto largo. Un año después emigró a Quito e incursionó en salto triple. Pronto saltó 14,82 metros e impuso récord nacional, superando una marca que durante 14 años la mantuvo el guayasense Roberto Bobadilla.

Según los registros de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF), la mejor marca del saltador imbabureño es de 16,35 metros, registrada el 5 de agosto de 1989 en Medellín, Colombia. Allí terminó cuarto a escala sudamericana y cerró su carrera como medallista sudamericano y bolivariano.

A la derecha, una foto archivo de 1985, en un Festival Sudamericano de Chile. Foto: Cortesía de José Quiñaliza

En 2013 debutó en un Mundial Máster con sede en Porto Alegre, Brasil, en donde ganó medalla de oro en la categoría 50-55 años. Después compitió en los mundiales de Hungría, Francia y Corea del Sur, siendo dos veces vicecampeón y en una campeón. El año pasado terminó segundo en Málaga.

El triple medallista mundial máster (2013, 2017 y 2019) volvió a las pistas por sugerencia de un amigo estadounidense, quien lo vio saltar en las demostraciones a sus alumnos. Al hacer ciertas técnicas y ejercicios saltaba entre 11 y 12 metros. “Un compañero me sugirió que compitiera porque me ubicaría entre los primeros en los mundiales Máster. No se equivocó”. Empezó en torneos Máster de Estados Unidos.

Como entrenador, Quiñaliza no es ningún improvisado. Durante cinco años estudió Cultura Física en Cuba y compartió experiencias con destacados saltadores caribeños. Allí asimiló conocimientos y en Estados Unidos siguió cursos relacionados con los saltos.

Marco Paredes, su coterráneo y compañero de viajes a algunos torneos internacionales, lo define como un atleta excepcional. Recuerda que ambos compitieron en el Mundial Máster de Brasil, en donde Quiñaliza fue campeón y él terminó cuarto en salto triple, pero en una categoría inferior.

Aparte de los tres títulos y dos subtítulos mundiales máster, el saltador tiene los récords sudamericanos en las categorías de 50 y 55 años. Una de las marcas es 13,32 m, registrada en el Mundial de Hungría.

Paredes coincide con Quiñaliza sobre la falta de apoyo en Ecuador para los deportistas máster con éxitos mundiales. En otros países, aseguran, existe un trato especial.

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