El grupo Vital Sports se entrena en el parque La Carolina, de 06:00 a 08:00, con Richard Arias Sus atletas se alistan para Berlín y Nueva York. Diego Pallero / EL COMERCIO
Quienes se han enfrentado a los 42 195 metros de la maratón así lo ratifican: los 30 primeros kilómetros se corren con la potencia de las piernas; los 10 km siguientes con la imposición de la cabeza; los 2 km finales con la fuerza del corazón y los 195 metros últimos, con lágrimas.
La maratón es la prueba más exigente para los atletas de calle, que se imponen derrotar al asfalto, el viento o frío. Al sol y sus rayos. También a los miedos, aunque quien decide correr esta distancia ha seguido un proceso en su entrenamiento.
María José Arias, de 43 años, labora en una empresa como ingeniera comercial. Allí se encarga de la administración de proyectos, finanzas y gestión empresarial. Este año participará en la maratón de Nueva York, en noviembre.
Hace cinco años se inició en el atletismo. La primera carrera en la que participó fue la Ruta de las Iglesias 10K, lo hizo motivada por un grupo de amigas que se plantearon este reto.
Continuó entonces con sus entrenamientos y competencias. Fue el 2017, luego de tres años de práctica deportiva, que decidió correr la maratón.
“Un amigo que regresó de la maratón de Nueva York fue quien me motivó a correr los 42 kilómetros”.
En el 2017 corrió en París su primera maratón. La emoción que vivió en cada kilómetro y la alegría que la embargó al llegar a la meta con los brazos en alto la impulsaron a buscar otras maratones en el mundo.
Ese mismo año corrió en Las Vegas y en el 2018, en Charlotte, Estados Unidos.
Según los atletas, para lograr el ‘honor’ de ser llamado maratonista, al menos debe correr cuatro ediciones de 42 km.
María José lo sabe y espera graduarse en Nueva York. Por eso se entrena todos los días de 06:00 a 07:00, en el parque La Carolina.
Desde hace tres años forma parte de Vital Sports, un grupo que la asesora en su entrenamiento y alimentación, ítem al que le pone atención, igual que al tiempo de descanso.
Javier Orozco, de 40 años, es ingeniero en Sistemas. Él se entrena para la maratón de Berlín, en la que su principal objetivo es mejorar su actual marca de cuatro horas.
Será la tercera maratón en la que participará a escala internacional. Su primera experiencia fue en París y la segunda, en Nueva York.
Berlín y Nueva York son dos de las maratones más concurridas por los atletas ecuatorianos. Cada año, al menos unos 20 tricolores asisten a estas competencias.
En la maratón de Berlín se baten los récords mundiales. Foto: Agencia
Berlín es una de las cinco mejores del mundo y donde se han establecido los récords mundiales de la distancia.
El año pasado ocurrió con el keniata Eliud Kipchoge, que impuso 2 horas, 1 minuto y 39 segundos (02:01:39).
La otra ‘meta’ de los maratonistas es correr al menos una de las cinco grandes. Además de las ya mencionadas están Boston, Londres y Los Ángeles.
El año pasado hubo 52 812 atletas en Nueva York. Foto: Agencia
Lograr un cupo en estas cinco grandes requiere de un proceso que puede demorar hasta un año. Además de demostrar a la organización marcas logradas en otras competencias hay que correr con suerte, pues la demanda internacional es alta. Los organizadores sortean un número determinado de cupos para la inscripción.
Los atletas ecuatorianos también acuden a otras maratones cercanas, como las de Lima en Perú, Santiago de Chile y Buenos Aires en Argentina. En los últimos años ha crecido la presencia tricolor en Panamá y Medellín.