El árbitro Aragón tuvo un rápido ascenso

Augusto Aragón vive en Esmeraldas, pero suele entrenarse en Guayaquil. Mario Faustos / EL COMERCIO

Augusto Aragón vive en Esmeraldas, pero suele entrenarse en Guayaquil. Mario Faustos / EL COMERCIO

Augusto Aragón vive en Esmeraldas, pero suele entrenarse en Guayaquil. Mario Faustos / EL COMERCIO

Augusto Aragón dirigió su primer partido internacional el pasado miércoles y, con ello, cumplió uno de sus sueños. El árbitro esmeraldeño, de 33 años, debutó en la Copa Libertadores en el triunfo de 1-0 de Guaraní, de Paraguay, sobre San José, en Bolivia.

El 8 de enero se le otorgó la escarapela FIFA y dos semanas después dirigió su primer juego fuera del Ecuador. Para él fue un logro. Aragón se mostró serio y seguro, sancionó un penal a favor de los visitantes, cuando faltaban cinco minutos para el final del encuentro.

“Es una experiencia muy linda; con la bendición de Dios espero lograr los objetivos, ahora vienen nuevos retos a nivel internacional”, dijo Aragón a este Diario, antes de su viaje a territorio boliviano.

Aragón tuvo un ascenso rápido en los últimos dos años. En 2019 se convirtió en árbitro de la Serie A y dirigió 19 juegos. Después, sus buenas calificaciones hicieron que subiera en el escalafón y a inicios de este año recibió la escarapela FIFA.

Es el segundo árbitro esmeraldeño que consigue la certificación internacional, luego de Segundo Jackson Díaz. Esa distinción lo llena de orgullo y considera que es una responsabilidad.

La pasión por el arbitraje corre por sus venas. Es hermano menor de Yonis Aragón, que fue juez de línea de Primera Categoría entre el 2003 y el 2016; fue él quien lo motivó a seguir en esta actividad.

Aragón fue arquero antes de hacer el curso de arbitraje. Atajó en el Esmeraldas Petrolero y otros clubes de la Segunda Categoría de su provincia. “Cuando me retiré, Yonis me dijo que sea árbitro. Dicen que siempre debes escuchar a quien te quiere y creo que fue la mejor decisión”, contó.

Aunque es oriundo de Esmeraldas y está afiliado a la asociación de árbitros de esa provincia, suele entrenarse en Guayaquil, para mejorar aspectos técnicos y estar más cerca de los instructores de la Comisión Nacional de Arbitraje de la Federación Ecuatoriana de Fútbol.

“Aprovecho para aprender de Omar Ponce, que se retiró, y de Guillermo Guerrero, que tiene mucha experiencia. A veces por espacio o tiempo hay cosas que no se pueden trabajar allá (Esmeraldas)”, explicó el colegiado.
Cuando no se entrena en Guayaquil, transcurre su tiempo en su hogar en la parroquia San Mateo, de Esmeraldas. Vive junto a su esposa, Carmen Vera, y sus dos hijos, de 7 y 6 años; en ocasiones lo acompañan a los partidos.

Es licenciado en Educación Física, pero dejó de ejercer como docente para dedicarse por completo al arbitraje. Cuenta que las exigencias en la Primera Categoría son altas, por lo que no le queda tiempo para tener otra ocupación.
Ponce es uno de los más contentos con el rendimiento del esmeraldeño.
Recuerda que lo conoció antes de retirarse, y desde entonces admira la forma en que lleva los partidos y su despliegue físico.

“En diciembre fue a un curso de la Conmebol y a un campeonato Sub 15 internacional, donde dejó una gran impresión. Con un mes de árbitro FIFA ya debutó en la Libertadores, que es cosa rara para un juez ecuatoriano”, dijo Ponce.

El guayaquileño, que forma parte de la Comisión Nacional de Árbitros, contó que Aragón ingresó al proceso de árbitros internacionales preseleccionados para participar en el Mundial de Catar 2022. El 15 de febrero viajará a una pretemporada con los otros jueces de la Confederación Sudamericana de Fútbol.

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