Lagrimas de felicidad y tristeza se vieron en los Juegos Olimpicos de Río 2016. Foto: AFP y Univision.com
Del adiós con gloria de Usain Bolt y Michael Phelps, las lágrimas de oro de Neymar, el escándalo de Ryan Lochte y las decepciones de Novak Djokovic y Justin Gatlin, los Juegos de Río de Janeiro dejaron sus dos caras de la moneda.
La alegría y la tristeza en los Juegos Olímpicos, muchas veces solo están separados por centésimas, milímetros y algo de fortuna. En la lista de los grandes ganadores está Bolt, tres carreras, tres oros y otros Juegos perfectos para la superestrella del atletismo. Adorado por el público brasileño, que llenó el Engenhão solo para verlo a él y cumplió sin dificultades el objetivo que se había trazado en Río, pese a las dudas por una lesión muscular.
El ‘Rayo’ se impuso en los 100, 200 y la posta 4×100 metros con Jamaica para enlazar su tercer ‘trébol’ dorado consecutivo, un hito sin precedentes. No pudo batir sus imposibles récords mundiales, pero con sus nueve oros se despide por la puerta grande del olimpismo.
Otra leyenda que se despidió en Río fue el estadounidense Phelps, quien a sus 31 años y tras haber regresado del retiro, se bañó de gloria como lo pretendía. El nadador añadió cinco oros más a su colección para extender a 23 su récord de títulos olímpicos y a 28 en el total de medallas.
Ganó el 200 metros mariposa, 200 combinado y los relevos 4×100 y 4×200 libre y 4×100 combinado. Solo falló en el 100 metros mariposa, donde se colgó una insólita plata compartida con Chad Le Clos y Laszlo Cseh.
La delegación que lideraba Phelps trajo a otra gran nadadora, Katie Ledecky, quien consiguió el triplete dorado en Río al ganar el 200, el 400 y el 800 libre, pulverizando sus propios récords mundiales en las dos últimas distancias. Igualó el trébol de su compatriota Debbie Meyer en México 1968. Sumó un oro más en el relevo 4×200 y una plata en el 4×100. Ledecky tiene 19 años y ya posee cinco oros olímpicos, luego de los que ganó en Londres 2012.
En el fútbol, Neymar fue el gran responsable de la mayor alegría brasileña en Río 2016, ya que gracias a él, Brasil pudo conquistar por primera vez el oro olímpico del fútbol.
Criticado en el inicio del torneo y cuestionada su capitanía, Neymar apareció cuando más se lo necesitaba. Anotó un doblete en la semifinal ante Honduras y en la final con Alemania convirtió un golazo de tiro libre y luego hizo el gol decisivo de la tanda de penales.
La lista de los grandes perdedores de Río la lidera el estadounidense Justin Gatlin, eterna sombra de Bolt, pero que tuvo unos Juegos para el olvido.
En los 100 metros fue sobrepasado con claridad por Bolt y debió conformarse con la plata. En los 200 quedó sorpresivamente eliminado en la semifinal y en los relevos 4×100 fue descalificado tras haber cruzado la meta en tercer lugar.
También, está Novak Djokovic, invencible en el circuito ATP, pero que sucumbió en la primera ronda ante el argentino Juan Martín del Potro.
La contracara de los Juegos Olímpicos la constituyó el nadador estadounidense Ryan Lochte, viejo rival de Phelps, quien ganó el oro en el relevo 4×200, pero que será recordado por protagonizar un escándalo fuera de la piscina, que incluyeron actos vandálicos en una gasolinera.