“De mucho leer y poco dormir, se le seco el cerebro a Don Quijote” (frase con las que comienza el libro de Cervantes).
Yo no necesito citar a San Agustín ni hacer gala de mis conocimientos, me basta con los estudios de medicina que he realizado y mi profesión de médico que he ejercido por más de medio siglo, tengo derecho para afirmar que la unión de un espermatozoide y un óvulo que se ponen en contacto pueden producir la formación de un nuevo ser que no es sino un nuevo ser humano.
Sé también que una acción que trata de destruir a este nuevo ser provocando un aborto es un hecho que va contra la naturaleza y estos hechos son muy peligrosos también para la madre que puede sufrir la muerte, la incapacidad de concebir después y varios trastornos patológicos y sicológicos.
Bueno, con San Agustín o sin él, producir un aborto de un ser humano es un acto condenable y antinatural.
Pero creo que no hace falta más argumentos para refutar al Sr. Rea, a quien no conozco siquiera, ahora toco el tema por respeto a los lectores pero no intento seguir polemizando.