El Ecuador de hoy si es un paraíso, pero para delincuentes, de todo tipo. El ciudadano no tiene defensa no puede protegerse. Lo último en Quito, en la bajada a Cumbayá, Tumbaco, en los túneles, tanto dentro como en su entrada, supuestos vendedores ambulantes armados asaltan a los conductores. Las autoridades aparentemente conocen estos hechos que son de fácil solución, sería fácil para las autoridades tender trampas, celadas y liquidar a los que agredan a la ciudadanía.
¡Acaso será que eso es un camino de pelucones, por tanto, a propósito, no se preocupan los que deben encargarse de corregir estas anomalías! ¡Hasta cuándo!