Son reiterativos los reclamos que día a día aparecen en los medios de comunicación del país, relacionados con las descomunales multas de tránsito por exceso de velocidad, en Ambato.
Nadie le escucha a uno cuando pretende hacer el reclamo de rigor por haber sobrepasado con décimas el “rango moderado” de velocidad; y más aún cuando con el dolor del alma se ha pagado la astronómica multa, no la eliminan del registro, aduciendo que el banco recaudador no les reporta el pago.
Es necesario que se revea esta situación y se analice cómo funciona este método sancionatorio y la pertinente legalidad. Además, se debe transparentar la información del destino de las multas y que en la página web de la Municipalidad, en lugar de tanta fotografía promocional de las autoridades, aparezca qué se hace con ellas.
Muy loable sería que los valores recaudados se inviertan en adecentar los pobres y nada agradables ingresos a la ciudad y con señalización adecuada.