No entiendo cómo nos ahogan con impuestos y no decimos nada, no entiendo que ciertos asambleÃstas hayan reunido 200 000 firmas para convertirse en partido polÃtico cuando fueron los autores de “robe hasta USD 600”.
No entiendo que gente que recibe el bono lo utilice para poner saldo en su celular, no entiendo el miedo a reclamar, no entiendo la resignación con la que aceptamos todo lo que nos impongan. No entiendo cómo nuestros negocios tienen rejas y los de los extranjeros estén abiertos de par en par. No entiendo cómo los quiteños no reaccionamos ante el Quito que tenemos.
No entiendo cómo permitimos que poco a poco se nos limiten nuestros derechos, pero, sobre todo, no entiendo el abuso de unos pocos ante el silencio de muchos.