La palabra runa en quichua significa hombre o persona, pues bien, los datos del último censo demuestran que los runas no son tantos como creen. Constituyen una minoría de algo menos de ocho por ciento de la población, cierto, minoría importante pero lejos de ser suficiente para pretender imponer sus visiones y puntos de vista sobre la mayoría mestiza. El movimiento indígena es racista y excluyente puesto que define a la gente según una raza, un color y una visión del mundo , excluyendo a los que no son runas, esto y el hecho de que cada vez son menos, hace que a la larga serán parte del folclore y el recuerdo; el sombrero dará paso a la gorra, los tenis reemplazaran a las oshotas y el anaco dará paso a la licra, el inglés o el chino será el segundo idioma de los que aún se definen como indígenas. Es el orden de la vida. El movimiento indígena haría bien en abrir su mente, ampliar su visión y ser incluyente, reivindicaciones de hechos pasados hace siglos , por justo que sea, no es práctico ni sostenible como fundamento de visión hacia el futuro, al paso que va su desaparición, es solo cuestión de tiempo. Como reza una versión del dicho popular, si no te gusta ser indio, ¡hacete cholo como todos!