Con motivo de realizarse la tercera edición del Festival Internacional de las Artes Vivas, en Loja, entre el 16 y 25 de noviembre de 2018, el gran público –locales y visitantes de otras latitudes- que asiste a los numerosos escenarios, tuvo el inmenso regocijo de vivir las diferentes manifestaciones del arte: música, teatro, danza, pintura, etc., con la participación de actores nacionales y extranjeros, de excelente trayectoria. Por motivos de espacio, me referiré a la presentación de la obra: “Medea llama por cobrar”, del reconocido autor Peky Andino. “Se sirve de la tragedia griega Medea de Eurípides, para recrear la historia de la migración en el Ecuador en los peores años del éxodo”. María Beatriz Vergara, brilla con su impecable interpretación del monólogo, se compenetra en el personaje y contagia al espectador de la innegable tragedia que experimenta todo emigrante; cúmulo de sentimientos que conocemos la mayoría, por haberlo vivido “en carne propia” o, a través, de algún familiar o amigo. El éxito del Festival hubiera sido completo si todos los sectores involucrados hubieran asumido su rol con responsabilidad. El Municipio, a diferencia de los dos años anteriores, “descuidó” el orden en las ventas de ambulantes, permitiendo una imagen de la ciudad que contrasta con los esfuerzos de los organizadores del evento, que demostraron profesionalismo y experiencia. En esta parte de la historia de la cultura lojana, se hace necesaria la intervención de los representantes lojanos -incluidos los asambleístas- para que procuren del Gobierno central el financiamiento para la ejecución de este Festival, considerando la creciente influencia cultural que sus espectáculos ejercen en las juventudes; y, por el hecho cierto de ser ya un referente cultural en la Región y de generar un importante impulso económico, necesario en la realidad actual.