Si nosotros entregamos el país y sus recursos a un elegido, o elegidos, ese elegido debe rendirnos cuentas, que de no ser así, las han festinado alegremente. Solicito, comedidamente, que se me perdone antes de, y no después de. Me refiero a que se me pueda condenar por daño moral e injurias calumniosas y al pago de millonadas que no existen en el imaginario y solo porque me da la gana. He leído las cositas que transparenta el señor contralor, en la publicación de Diario EL COMERCIO (Cartas al Director 07-01-2012) en la que hace conocer sus acciones de control y que lo referido es un mínimo detalle de su trabajo, pero creemos que sus acciones son gigantes que debe hacerlas saber sus resultados; falta una correlación íntima más adherente con un seguimiento de sus acciones con las demás funciones vinculadas, como el Ministerio Fiscal, jueces, cortes; debe existir un real contacto y sin temores con la prensa para que lo entendamos todos los ciudadanos; que se nos diga permanentemente la verdad completa, sin dialécticas con expresiones persuasivas, dudosas. El filtro, a través del cual deben pasar nuestros dineros, deben ser más tamizados. Al juez de cuentas debe anteponerse un Ministerio de Cuentas, eliminando unito que otro coordinador. El Contralor si quiere ser reelegido debe parecer y ser transparente. El pueblo exige una explicación de las glosas que usted denuncia…