Siguen apareciendo acciones corruptas de la época correísta. En qué contrato ilegal, en qué fiesta fiscal no estuvieron durante 10 años. ¡Qué ansias infernales de poseer dinero! Ahora exportamos ex funcionarios correístas corruptos: 10 en México, 3 en EE.UU., 1 en Perú, 1 en España, 1 en Bélgica y 5 en algún lugar del mundo.
Para justificar sus irregularidades se auto titulan “perseguidos políticos”, impugnan las leyes que ellos crearon, recurren a la CIDH después de que en la “década robada” la descalificaron. ¡Audaz fue el juego!
Si nuestro país no se hubiera dolarizado, habríamos tenido un populismo más agresivo con Rafael Correa como presidente.
En el Ecuador, de vez en cuando, nos hemos topado con seres autocalificados de genios para arriba, como Correa, populista que aprovechando la bonanza petrolera engañó al pueblo con obras en las que se ocultaban la corrupción: el sobreprecio, el negociado, el enriquecimiento ilícito, los privilegios; la inmoralidad y la picardía cundieron por los cuatro costados. En este año preelectoral debemos informarnos bien de las propuestas de los políticos, votar sabiendo, para no caer en las redes de los encantadores de serpientes, caudillos que pretenden perpetuarse, que tanto daño han causado a nuestro país.