ARRIENDEN TRÉBOL PARA SEMBRAR PAPAS
Uno de los nudos viales más grandes de Quito es el famoso Trébol, ya se cayó una vez por la falta de previsión del anterior iluminado y tráfico colapsó.
Cuando iniciaron los trabajos de relleno, todo Quito pensaba que contaríamos con una solución práctica: un baipás para el valle, una estación de transferencia o alguna obra importante que marque un antes y un después.
La realidad, a más de un año, es un inmenso terreno rellenado y abandonado, que costó miles de dólares, que sirve solo para que las chilcas crezcan.
Si no pueden hacer las cosas o no tienen idea de qué o cómo hacerlo, arrienden este gran terreno para que alguien por lo menos siembre papas y lo aproveche.
Parece que este Alcalde está más interesado en hacer campaña publicitaria para convencernos de su proactividad mientras las obras esperan y desesperan.
Todo a medias, todo inconcluso, todo malo, la ciudad de las barreras mentales.