La economía del país está estancada, pero no en todos los sectores. Las cifras del segundo trimestre del 2018, publicadas por el Banco Central el viernes pasado, muestran que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) fue de apenas 0,9% en términos anuales, insuficiente para reducir el desempleo, el subempleo o la pobreza.
El PIB mide la producción en 18 sectores y cada uno tiene un peso diferente. La evolución trimestral es útil para saber qué sectores económicos son más dinámicos y dónde pueden estar las oportunidades laborales.
Cerca del 30% del empleo en el país se concentra en la agricultura, ganadería, caza y silvicultura y pesca. Si estas actividades crecen, el empleo mejorará.
Sin embargo, la agricultura solo creció 1,4% y la pesca se contrajo 3,6%. Las oportunidades están en el sector camaronero, que creció 4,1% en el segundo trimestre de este año y se mantiene como uno de los sectores más dinámicos de la economía.
Otros sectores que tienen alta participación en el empleo son el comercio, la manufactura y la construcción. El primero registró un crecimiento del 3,3%, en buena medida por la eliminación de restricciones para importar, lo cual mejoró las ventas de autos, televisores, maquinaria, etc.
La manufactura apenas creció 0,7% y eso evidencia problemas de producción en la industria nacional. Este es uno de los sectores que requiere de políticas de Estado para mejorar su desempeño.
La construcción, que venía de una recesión, ya mostró cifras positivas –aunque bajas- por segundo trimestre consecutivo y es una buena señal, toda vez que es la cuarta rama de actividad con mayor peso en el empleo.
La enseñanza y los servicios sociales y de salud también son actividades con alta participación en el empleo y es positivo que hayan crecido 5,7% en el segundo trimestre.
De los 18 sectores que mide el PIB, solo siete crecen sobre el 2%, que es lo mínimo para absorber a la nueva masa de trabajadores.