La lección de un intento de secuestro en colegio de Quito
El video de Arturo (nombre protegido) se ha esparcido en cadena entre los chats de WhatsApp de padres de familia de colegios de Quito. Madres, padres, profesores y más ciudadanos lo comparten, se solidarizan, interactúan, unos hablan -como el padre en la grabación- de dialogar para prevenir, otros, en tanto, estigmatizan a taxis, acusan a autoridades, plantean ir a las puertas de las escuelas...
El clip es el relato de lo ocurrido con Damián (nombre protegido), estudiante, una tarde de marzo del 2019 durante las actividades extracurriculares de su centro de estudios. Cuenta que un hombre en taxi amarillo se acercó hasta los inspectores del colegio, proporcionó nombres completos del adolescente y dijo que iba en nombre de su madre a recogerlo. Damián llamó a su madre y el auto desapareció. “Conversen con sus hijos, tengan códigos de seguridad, que conozcan plenamente cuál es el comportamiento que como padres van a tener el momento que necesitan que terceras personas los retiren de colegios”, dice Arturo.
En ciudades de Ecuador, en ciudades del mundo, la principal razón por la cual la delincuencia roba “taxis amarillos” es porque son vehículos que se confunden con facilidad en las calles y avenidas. Estigmatizar es violencia, señalar a un colectivo por hechos puntuales atenta a la salud mental de todos.
Los niños están expuestos a inseguridad no solo en la puerta del colegio ni en taxis. ¿Qué se comparte en chats frente al bullying (como el que causó el suicidio de un estudiante hace dos semanas en un centro comercial de Quito) o frente al abuso sexual o frente a las adicciones a drogas? Mientras existan padres convencidos de que esos problemas solo atañen a los hijos de ‘otros’, sus propios hijos estarán en riesgo. Enfrentar la realidad supone involucrarse en la formación integral de ellos, en dialogar, como plantea Arturo.
¿Y el colegio? La comunidad educativa la integran profesores, estudiantes y padres de familia. La convivencia pacífica no se construye con discriminación, planes de caza y venganza. Y aquello, señores, empieza en casa, con el ejemplo. Contra la inseguridad, urge una sociedad que excluya menos y se escuche más.