En el sitio Nuevo Bunche, en Muisne, se construyeron nuevas casas con una inversión de USD 16,3 millones. Foto: cortesía del Municipio de Muisne
Los habitantes de la isla de Muisne, en Esmeraldas, esperan la obra de agua potable que les ofrecieron en la reconstrucción tras el terremoto de hace cinco años.
Ese cantón fue uno de los más afectados de Esmeraldas, por el sismo del 2016, que también provocó daños a la infraestructura de servicios básicos. Ecuador Estratégico levantó una planta de agua potable con tuberías primarias que benefició a las comunidades de Nuevo Muisne, Bunche y San Francisco, en la zona continental.
La obra se ejecutó con un presupuesto de USD 5 millones y benefició a 5 000 personas. El alcalde, Tairon Quintero, dijo que se esperaba que esas redes se extendieran hacia la isla, porque se trata de un plan integral que tiene la capacidad necesaria para dotarles del servicio.
Pero hasta ahora sus gestiones para que se cumpla este requerimiento no han sido atendidas, asegura.
La cobertura de agua por red pública en ese cantón solo alcanza al 6,41% de los 31 106 habitantes, según el Plan de Ordenamiento Territorial. En la isla, por ejemplo, se abastecen del líquido de 50 pozos que hace 50 años encontró la población.
Las familias extendieron mangueras improvisadas para llevar el agua a las casas.
José Zambrano, un morador, cuenta que esos sistemas no han recibido mantenimiento, pese a los pedidos que realizan a las autoridades,
La prefecta, Roberta Zambrano, se queja por la falta de atención a este cantón y pide que se retomen los ofrecimientos.
Según el Gobierno, en Muisne se construyeron 450 soluciones con una inversión de USD 11,8 millones.
Además, se levantaron 300 viviendas, un subcentro de salud, tipo C, la Unidad de Policía Comunitaria, un Centro Infantil del Buen Vivir y el puente peatonal.