La planta Swissgas, ubicada en el cantón Durán, aumentó en enero la venta de oxígeno medicial en un 43%, ante el aumento de casos. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
En Oxígeno S.A., una de las distribuidoras de gas medicinal del norte de Guayaquil, han visto cómo en el mes de enero se ha duplicado la demanda de oxígeno.
En diciembre del 2020 las ventas promediaron las 35 recargas al día y en enero se dispararon hasta 70 diarias, según Freddy Carranza, propietario del negocio ubicado en la vía a Daule.
“Hemos visto un gran incremento de casos porque nosotros instalamos el oxígeno regulado en las casas, según la saturación de cada paciente”, relató Carranza. “Tres camiones el pasado fin de semana trabajaron hasta la medianoche y hasta la una de la madrugada, tuvimos que descansar el lunes del servicio a domicilio”.
Las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) para covid-19 en la ciudad permanecen llenas, según el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal, que reportó una “situación controlada” y una ligera disminución de contagios y muertes en la última semana analizada.
En la primera gran ola de contagios de covid-19 en Guayaquil, entre marzo y abril de 2020, la alta demanda y la saturación de las casas de salud colapsó la provisión de oxígeno. Los hospitales carecían de cupos y la gente angustiada formaba largas columnas, día y noche, en las afueras de distribuidoras en busca de un cilindro o una recarga para atender en casa a familiares con síntomas respiratorios.
“La situación fue caótica, tengo para recambio entre 30 y 40 tanques diarios y la cola de personas buscando oxígeno en abril era de más 100”, indicó Moisés Lucero, propietario de Oxiweld, una distribuidora ubicada en el centro-sur de la ciudad.
La empresa registraba en diciembre 20 recargas de botellas diarias, entre el 5 y el 20 de enero el número se incrementó hasta 40 al día. “En esos 15 días nos quedamos incluso sin botellas para el alquiler. La última semana la demanda se ha estabilizado”.
La recarga de la bombona de seis metros cúbicos promedia un valor de USD 30, el alquiler parte desde USD 50 y la venta del cilindro lleno fluctúa entre USD 300 y 330. En lo peor de la pandemia se vendieron los tanques a entre USD 400 y 800.
“Estamos ahora mejor preparados, la pandemia nos tomó desprevenidos, sin cilindros y si vendías uno tenías que esperar tres meses para reponerlo vía importación. Luego importamos cilindros y reguladores por contenedores”. explicó Carranza.
En el gran Guayaquil existen alrededor de 50 distribuidoras y grandes plantas de producción y envasado de oxígeno medicinal como Linde, Swissgas o Indura. La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) autorizó también la producción de oxígeno medicinal a Gasec y Oxiguayas S.A.
La planta Swissgas de Durán pasó de envasar 700 tanques diarios de gas en diciembre a 1 000 en el mes de enero y cuentan con capacidad para envasar hasta 1 500 tanques al día.
“Antes de la pandemia teníamos la planta ocupada al 50%, hoy estamos al 90% y no paramos, la planta trabaja 24/7. Salimos fortalecidos. Estamos exportando oxígeno a Perú y Colombia; nos está pidiendo”, indicó Alex Frías, gerente de Swissgas.
La firma potenció en la pandemia un servicio de provisión de oxígeno a domicilio. Los volúmenes de demanda se triplicaron en Guayaquil en marzo y abril. La empresa tuvo que abrir las puertas al público para vender directamente a los familiares durante la primera oleada.
“Estamos mejor preparados. Lo que pasó al inicio de la pandemia fue que muchos distribuidores cerraron porque no querían contagiarse y se complicó la logística. Nosotros importamos un 20% más de cilindros”.