Imagen referencial. Un 55% de las participantes aseguraron dormir con al menos un perro durante las noches, mientras que un 31% aseguró pernoctar con por lo menos un gato. Foto: Pixabay
Dormir en pareja nunca es fácil. A veces tienes que aguantar ronquidos, en ocasiones la otra persona se mueve demasiado o se levanta muchas veces durante la noche. Otros tienen la costumbre de acaparar las cobijas y dejar a su pareja recibiendo el ‘sereno’ toda la noche.
Dormir con un perro, en todo caso, tampoco es fácil. La típica: se acomoda encima de ti, te pone los codos, te pisa o te respira en la cara. También se suelen pegar tanto a ti que terminas en un rincón de la cama, mientras el can ocupa tres cuartas partes.
Aun así, para las mujeres, dormir con un perro es mucho más cómodo que dormir con un hombre, según consigna un estudio publicado el pasado 13 de noviembre de 2018 en la revista académica Anthrozoös, un journal multidisciplinario dedicado a estudios de la interacción entre humanos y animales.
Para el estudio, investigadores del Canisiud College en Buffalo (Nueva York, Estados Unidos), realizaron una encuesta a 962 mujeres adultas para explorar el impacto que las mascotas pueden llegar a tener en la calidad de sueño de una persona.
Gracias a este sondeo, el equipo liderado por la doctora Christy L. Hoffman, profesora del Departamento de Comportamiento Animal, Ecología y Conservación de la universidad, descubrió algunos datos interesantes.
Un 55% de las participantes aseguraron dormir con al menos un perro durante las noches, mientras que un 31% aseguró pernoctar con por lo menos un gato. Otro 57% de las encuestadas dijeron que comparten su cama con otro humano.
Entre las conclusiones a las que llevó el estudio, está que las mujeres que comparten su cama con un perro reportaron dormir mejor y tener un sueño más profundo. Además, muchas aseguraron que sus compañeros perrunos interrumpen mucho menos el sueño que los humanos. Por otro lado, los perros son asociados con sentimientos más fuertes de comodidad y seguridad.
Los participantes del estudio también afirmaron que dormir con un gato resulta igual de disruptivo que dormir con un acompañante humano. Los gatos están asociados con sensaciones más débiles de comodidad y seguridad, por parte de sus dueños, que con respecto a perros y otras personas. Otro resultado de esta encuesta es que, por lo general, quienes duermen con sus perros se van a dormir y se despiertan mucho más temprano.