La rencilla entre dos bandas de chimpancés comenzó por la competitividad entre tres machos alfa. La sangrienta guerra duró cuatro años. Foto: https://today.duke.edu/
Se suele decir que el ser humano es el único animal que mata por placer. Pero esta podría ser una característica común entre algunas especies de primates. Es el caso de los chimpancés, nuestros parientes más cercanos, y una guerra documentada por biólogos en la década de los 70 que duró más de cuatro años.
Un nuevo estudio, publicado el pasado 22 de marzo del 2018 en American Journal of Physical Anthropology, asegura que los factores psicológicos que contribuyeron a esta guerra fueron el poder, la ambición y los celos. Estos, según la investigación, son los mismos que generan los conflictos humanos.
La indagación fue llevada a cabo por investigadores de la Universidad de Duke, en Estados Unidos. El equipo fue liderado por el profesor de antropología evolutiva Joseph Feldblum. Se basa en las notas de la famosa primatóloga Jane Goodall, que estudió dicho conflicto durante varios años.
Según un comunicado publicado por la universidad, Goodall registró esta guerra entre 1974 y 1978. “Lo que se inició como una pelea entre unos cuantos machos alfa, intentando conseguir estatus y parejas de apareamiento, ocasionó que eventualmente todo el grupo se separara”, asegura la nota.
Todo comenzó en enero de 1974, en el Parque Nacional de Gombe en Tanzania, cuando un chimpancé de nombre Godi comía sobre las ramas de un árbol, asegura un artículo de la BBC. Ocho monos lo roderaron, lo inmovilizaron y comenzaron a golpearlo. El ataque duró alrededor de cinco minutos y el chimpancé no volvió a ser visto por los investigadores.
Después de este episodio, Goodall documentó un sinnúmero de golpizas y asesinatos entre las tribus Kasakela y Kahama, que se ubicaban respectivamente al norte y al sur del parque. La BBC asegura que, durante esos cuatro años, un tercio de las muertes de los chimpancés machos de la reserva ocurrieron a raíz de estas batallas entre grupos.
Los investigadores de la Universidad de Duke analizaron las alianzas de 19 chimpancés alfa que lideraron esta separación y hallaron algunos datos interesantes. Mediante un mapeo de las redes sociales de los primates (no se refiere a Facebook y Twitter, por si acaso), descubrieron que los monos de uno y otro lado del parque socializaban mucho más entre sí en 1967.
Dos machos eran considerados amigos si es que eran vistos llegando juntos, más seguido que otras parejas, a la estación de comida instalada por Goodall en la mitad del parque. Pero para 1971, los machos del norte y del sur se encontraban cada vez menos. Y cuando se topaban, por lo general movían ramas o daban gritos para demostrar su fuerza.
Con el pasar del tiempo, cuando uno de los dos bandos visitaba el otro lado del parque, por lo general los chimpancés de la tribu rival se subían a los árboles y comenzaban a gritar y lanzar cosas. Según los investigadores de Duke, las rencillas se iniciaron por tres machos alfa: Humphrey, del norte; y Charlie y Hugh, del lado sur.
“Humphrey era grande y solía lanzar rocas, lo que asustaba a muchos otros chimpancés”, asegura Anne Pusey, quien trabajó en el parque desde 1970 hasta 1975. “Podía intimidar a Charlie y Hugh por separado, pero cuando estos dos se encontraban juntos, Humphrey solía evitarlos”.
Según los autores de este estudio, los intentos de dominación de estos tres machos se vio exacerbada por la competitividad en los ciclos de reproducción femenina, cuya frecuencia solía ser baja, asegura la investigación.