La viruela del mono y otras enfermedades que provocan síntomas similares

La OMS ha registrado 780 casos de viruela del mono, un 88% de ellos diagnosticados en Europa. Foto: EFE

El más reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la viruela del mono señala que los casos vinculados al actual brote en países no endémicos ascienden a 780, un 88% de ellos diagnosticados en Europa.

Ante el aumento de casos confirmados, que se han triplicado en una semana, la OMS mantiene el riesgo global de este brote en nivel "moderado", al tratarse de la primera vez que se registra transmisión en países no endémicos y además con tantos focos y tan diseminados.

Los síntomas de la viruela del mono son similares a la de la ya erradicada viruela, aunque algo más leves -fiebre, dolor de cabeza, muscular, de espalda, escalofríos y agotamiento- y con frecuencia hay inflamación de los ganglios y una erupción cutánea, que comienza en la cara y se extiende a otras partes del cuerpo.

Estas erupciones cutáneas podrían confundirse con otras enfermedades que provocan este tipo de lesiones.

¿Cómo distinguirlas?

La infectóloga Greta Muñoz explica que debido a que hay una alerta mundial se debe tomar en cuenta el nexo epidemiológico.

Es decir, si la persona que presenta síntomas y tiene esas lesiones viene de países en donde se ha identificado la enfermedad, África o Europa, por ejemplo, y si existió la posibilidad de un contacto cercano.

Si ese es el caso, el paciente debe acudir al centro de salud más cercano para una evaluación. En Ecuador se estableció un protocolo para atender casos sospechosos de la enfermedad.

Por el contrario, si la persona tiene estas lesiones y no ha viajado a lugares en donde se ha registrado el brote, podría tratarse de otra enfermedad de erupción cutánea.

Una de ellas es la varicela, en la cual también aparecen erupciones en la piel, además de fiebre, dolor muscular, de cabeza, cansancio. Así lo explica Andrea Lozada, médico de familia.

Sin embargo, dice la especialista, estas vesículas, generalmente, aparecen primero en el cuello, detrás del cuello, en el cuero cabelludo y posteriormente en la cara, pecho y espalda.

En la viruela del mono, las erupciones habitualmente se presentan primero en la cara y luego en otras partes del cuerpo, especialmente en las extremidades. También se ven afectadas las palmas de las manos y las plantas de los pies, las mucosas orales, los genitales y las conjuntivas.

En el caso de la varicela, existe una vacuna para prevenir la enfermedad que se aplica a los niños entre los 12 meses y 12 años de edad.

Los adultos pueden volver a contraer varicela, incluso si la tuvieran de pequeños. 

En los niños, en cambio, es común la enfermedad de manos, pies y boca, una infección viral que se transmite por la tos y los estornudos y también por artículos domésticos contaminados como los cubiertos y superficies.

Lozada señala que los síntomas comunes son fiebre, malestar general, decaimiento e irritabilidad. La primera erupción puede aparecer en la boca y después en las palmas de las manos y plantas de los pies. 

Este virus generalmente lo contraen los bebés y menores de cinco años y se lo trata sintomatológicamente.

El sarampión es otra es una enfermedad vírica muy contagiosa que afecta sobre todo a los niños y se transmite por gotículas procedentes de la nariz, boca y faringe de las personas infectadas. 

La enfermedad causa un sarpullido con manchas rojas que suelen aparecer primero en la cara y detrás de las orejas, y luego se extiende hacia abajo al pecho y la espalda y finalmente a los pies. 

Esta enfermedad es totalmente prevenible con la vacuna. La primera dosis se coloca a los 12 meses y una segunda a los 18 meses de edad.

La especialista recomienda, especialmente con los menores, que los padres se pongan al día con el esquema de vacunas para evitar complicaciones.

El impétigo también es una infección cutánea muy contagiosa que afecta principalmente a bebés y niños pequeños. Esta causa llagas rojas y ampollas con costras que supuran y suelen aparecer en la cara.

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