En Quito se consume mucho pan. No se puede pensar en desayunar si un pan no acompaña a la taza de café. Por eso las tiendas y panaderías madrugan.
Antes de las 07:00 abren sus puertas y reciben a quienes quieren producto fresco. En la capital, es común ver a personas en pijamas que caminan a comprar cachitos, reventados o injertos, para romper el ayuno.
Por esta razón, el último aumento en el costo del pan generó preocupación en la población y alerta en el gremio de panificadores, quienes aseguran que han bajado las ventas hasta en un 20%.
La producción se encareció
Diferentes sectores de panificadores han decidido elevar el precio final a causa de los incrementos constantes en la materia prima importada, cada vez más cara por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Así lo confirma Galo Sevillano, dueño de la panadería La Sevillana, en San Bartolo, sur de Quito. Ahí el pan regular cuesta USD 0,16 y el especial, USD 0,18. Cada uno ha sufrido un incremento de USD 0,03 desde abril de este año.
La razón: el constante aumento en el costo de la harina. En octubre de 2021 compraba el saco de 50 kilos a USD 29. En la quincena de junio pagó USD 48 y le avisaron que subiría más en los próximos días.
A diario trabaja de 05:45 a 21:00, para producir 2 000 panes. Desde que se elevó el precio, las ventas han disminuido y cada día le sobran, en promedio, 150 unidades.
Debido a la caída de sus ganancias, una de sus trabajadoras ahora solo va medio tiempo, para ayudar en la hora pico de ventas.
Según la Unión de Panificadores del Ecuador, la caneca de 20 litros de aceite antes se compraba a USD 24. Ahora llega a costar USD 38.
La Federación Nacional de Panificadores, Fenapan, hoy se encuentra sin dirigentes. Su último presidente, Pedro Miranda, dice que el subir el precio del pan hace que se afecte la economía de los consumidores. Además, los productores han tenido un bajón del 15% o 20% de la venta diaria. Por eso plantea un diálogo con las autoridades, solicitado desde 2021.
En un documento compartido a este Diario, el Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca les respondió que el control de precios no es competencia suya. Por ello, deberían dirigirse a la Superintendencia de Poder de Control de Mercados. El trámite no prosperó.
La Fenapan registra que en Quito hay 1 200 panaderías y pastelerías afiliadas al gremio. Según la entidad, un problema es que cada panadero independiente fija el precio y en las calles se encuentra pan entre USD 0,12 y USD 0,20.
La tradición
Según el INEC, el pan es el producto más consumido por los compatriotas. Una encuesta realizada por esta entidad, en 2019, sostiene que una familia de escasos recursos gasta hasta el 26% de sus ingresos en este producto.
Para tener una idea de la cantidad de pan que se consume, el informe del INEC dice que cada año se producen cerca de 33 millones de kilos de distintos tipos de este bocado. Cada persona ingiere más de 680 panes cada año; es decir, un individuo llega a consumir entre 38 y 40 kilos de este producto.
A pesar de la costumbre quiteña de comer pan, las constantes alzas en su precio ha hecho que la gente empiece a reemplazarlo y que las panaderías vendan menos.
María Belén Muñoz dice que prefiere comprar pan solo cuando está “de apuro” y no alcanza a preparar otra cosa. Ella es esteticista y trabaja en Chillogallo, en un salón que funciona de lunes a sábado.
Ella, su esposo y su hijo de 12 años viven en el mismo barrio. Desde que el pan comenzó a subir ella se ideó para preparar café con patacones, majado, tortillas, empanadas y hasta arroz con huevo. “Es más barato, mis varones se quedan llenos hasta el almuerzo y de paso comemos algo distinto”, comparte la mujer de 33 años.
El golpe económico también lo siente Esteban Morales, quien tiene una panadería cerca de El Caballito, en Chillogallo. Aquí llegó hace un año y dos meses, en busca de un local de menor costo. Paga USD 150 por el alquiler mensual.
Morales vende el pan en USD 0,17 pero teme que tendrá que subirlo. “Tampoco es un precio que nos representa”, se queja. Admite que esperará a ver el nuevo precio para tomar una decisión, pues ya la subida de precio le bajó un 20%
las ventas regulares.
Coincide en que el mayor incremento ha sido en la harina. El último pedido que recibió la segunda semana de junio le costó USD 46 el saco de 50 kilos. Lo mismo pasa con la manteca de 15 kilos, que pasó de USD 20 a USD 38.