Ayer, en el Hospital General de Macas se vacunó a 48 profesionales de la salud. Foto. Cortesía de la zona 6 del MSP
Desde el 21 de enero del 2021, Tamara Guachamín y Rina Romero tienen en sus manos una gran responsabilidad. Eso les hace sentir intermediarias de los científicos que luchan contra el covid-19. Su misión: aplicar la vacuna a la población prioritaria: personal de salud y adultos mayores.
Para ello se han capacitado, desde el inicio del mes pasado, y han estudiado a profundidad guías sobre el proceso de inmunización. De esta forma se sienten preparadas para que el proceso de inoculación sea exitoso.
Tamara y Rina, de 40 y 43 años respectivamente, son parte de brigadas del Ministerio de Salud (MSP), que se conformaron para la administración de las fórmulas.
Tamara trabaja en el centro de salud de Calderón, en el norte de Quito. Ella es licenciada en enfermería y asegura que varios años de práctica le han dado “una amplia experiencia en la colocación de vacunas”.
Antes de la pandemia, por ejemplo, participó de las campañas de inmunización contra influenza para adultos mayores. También ha inyectado decenas de dosis del esquema básico a los niños menores de 5 años. Se trata de la fórmula que combate al sarampión, las paperas, entre otras patologías.
“Durante estos años he podido ganar experiencia en la aplicación de estos productos. Pero esta vez se trata de una vacuna nueva, por lo que sí fuimos capacitados”.
El Ministerio de Salud preparó a cerca de 2 000 personas, aunque no especificó durante cuánto tiempo. La tarea de los vacunadores implica manipular las cajas (parecidas a las de helados), procesar las fórmulas y, posteriormente, administrarlas a cada uno de los pobladores.
El proceso se hizo en coordinación con la farmacéutica Pfizer-BioNtech, proveedor de las primeras dosis que arribaron al país. El 20 de enero llegaron 8 000 de las 86 000 planificadas para la fase cero o piloto (dos para cada habitante). Aún no se conoce cuándo habrá más.
El producto biológico, elaborado por el centro estadounidense, requiere un manejo delicado, ya que debe mantenerse bajo 70 °C, es decir, congelación extrema.
El líquido se envasa en viales o frascos de vidrio de 2 mililitros. Cada uno contiene cinco dosis de una sustancia que debe permanecer congelada. Para supervisar que se conserve así se activa un monitor GPS.
Por estar a esa temperatura muy baja, antes de ser administrada, la vacuna requiere una solución para reconstituirla.
Tiempo atrás, Xavier Solórzano, viceministro de Gobernanza y Vigilancia, explicó que se debe añadir 1,8 mililitros de suero fisiológico a cada frasco con la fórmula.
René Cabrera, director médico del Hospital Militar, detalló que es un proceso de conversión de sólido a líquido. Luego hay que dejar las fórmulas por 30 minutos a temperatura ambiente.
El proceso es algo complejo. Y requiere que se cumplan los pasos que incluye el protocolo de Pfizer.
Gabriela Zambrano, docente de Medicina de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE), quisiera información sobre el tipo de capacitación recibida por los profesionales de la salud, a cargo de vacunar y de la infraestructura disponible.
Ellos, por ejemplo, necesitan saber que el “vial debe mantenerse con esa temperatura exterior de 30 minutos a dos horas; no debe darle la luz directa y el producto diluido debe usarse hasta seis horas a temperatura ambiental; no mayor a 25 °C”.
Adicionalmente, menciona que cada cinco días hay que cambiar el hielo seco y controlar continuamente la temperatura. “El ultracongelador (thermal shipeer) solo puede abrirse dos veces al día y por tres minutos”.
Tamara afirma que siguen las instrucciones del proveedor “al pie de la letra”. Se han formado leyendo la literatura entregada y la experiencia que tienen también ayuda a evitar inconvenientes.
Rina Romero, quien labora en el centro de salud Unión de Bananeros del Guayas, confirma que el procedimiento que se sigue es riguroso. Fue capacitada por el MSP y confiesa que cuando fue seleccionada se sintió feliz y agradecida. “Tengo la oportunidad de aportar con un granito de arena para que mejore la situación”.
En la pandemia enfrentó la pérdida de familiares y amigos. “Meses atrás estábamos impotentes. Hoy no, siento una enorme responsabilidad al poder inmunizar a la población contra el virus”.
Días atrás, Rina administró la primera dosis a una médica de su zona, que estaba muy nerviosa. Ella la tranquilizó. “Relájese doctora, la fórmula es muy suavita; aunque sabemos que puede causar algunos efectos”. No le dolió y se fue tranquila.
Hasta ayer 1 de febrero del 2021, las brigadas visitaron 17 de las 24 provincias del Ecuador, según un comunicado del MSP.
Ayer estuvieron en El Oro, Loja, Morona Santiago y Zamora Chinchipe. La Cartera no ha actualizado el número de dosis que se han utilizado. Hasta el miércoles 27 de enero, dijo que eran 2 982 personas. Los vacunados necesitan la segunda fórmula en 21 días (desde el 11 de febrero).