El incremento del flujo vehicular, por el derrumbe en La Forestal, desbordó la capacidad de la av. Maldonado. Desde las 13:00, cientos de autos saturaron la vía de sur a norte, desde la av. Morán Valverde hasta el sector de El Recreo.
A las 13:40, Leidy Valdivieso esperaba con paciencia que la unidad 384 de la línea Universidad Central-Cutuglagua avance. Desde la parada El Comercio, del Corredor Sur Oriental, hasta la parada San Bartolo, avanzó cinco cuadras en 12 minutos.
Los conductores que intentaban cruzar por las intersecciones se quedaban atravesados en la vía cuando la luz del semáforo cambiaba. Frente a la parada Pujilí hubo un choque entre un camión y un bus convencional. Eso agravó el trancón y la impaciencia de los conductores.
Los semáforos peatonales no se respetaban. Decenas de conductores invadieron el carril exclusivo, principalmente, en sentido sur-norte. Intersecciones como la Púsir, Palmas, Palenque y Joaquín Gutiérrez estaban llenas de vehículos.
Desde el sector de El Recreo, el tránsito comenzó a fluir más rápido. La av. Napo estaba despejada. Entre San Bartolo y el Colegio Montúfar no hubo ningún policía de Tránsito. En la esquina de la Pinto y Napo, Óscar Tandalia registraba el tiempo de los buses convencionales. La unidad 384 tenía 30 minutos de retraso.
Carlos Páez, secretario de Movilidad del Municipio, aseguró que el pico y placa seguirá vigente. No obstante, en la av. Simón Bolívar, el tránsito vehicular fue suspendido de manera indefinida en ambos sentidos. Se establecieron rutas alternas por Monjas, Chaguarquingo y La Argelia.