El ataque violento ocurrió la tarde de ayer, lunes 25 de marzo del 2019, mientras ella conducía su automóvil. Foto: Cortesía de la víctima
Testimonio de Lashmi G., de 29 años, quien fue víctima de un ataque violento en el norte de Quito. El hecho ocurrió la tarde de ayer, lunes 25 de marzo del 2019, mientras ella conducía su automóvil.
“Todo sucedió a las 17:30. Circulaba con mi vehículo en la intersección de las avenidas Amazonas y Orellana, a lado de un hotel que funciona en ese sector. Paré porque el semáforo se puso en rojo y nunca me imaginé que allí iba a vivir momentos de pánico.
Un desconocido se acercó de la nada a mi carro y rompió la ventana del lado derecho. Ingresó medio cuerpo y comenzó a agredirme en el rostro. Me puse las manos en la cara para defenderme, todo el tiempo tuve el celular en la mano.
Tres segundos después apareció otro individuo que de un solo golpe rompió el vidrio del costado izquierdo. Yo gritaba y pedía ayuda desesperadamente a la gente. Mientras el semáforo continuaba en rojo, vi que ese hombre comenzó a limpiar los cristales rotos que quedaron en la base de la ventana, desconozco las intenciones que tenía.
Un conductor se encontraba adelante. Vio lo que ocurría desde el retrovisor y se animó a salir del carro. El resto de gente que estaba alrededor no lo hizo y únicamente se limitaron a pitar y observar, no hicieron nada.
El señor les gritó a los desconocidos que me dejaran y ellos salieron corriendo. Cuando se acercó a mí, me dijo que se animó a ayudarme porque vio que uno de los sujetos tenía un arma blanca en su mano.
Hasta ahora me pregunto por qué uno de esos tipos limpiaba los cristales rotos de la ventana izquierda. Tal vez para no lastimarse y luego apuñalarme, pero no pudo hacerlo porque este conductor me ayudó y los ahuyentó. Luego llegaron varias personas de una concesionaria que funciona allí tras escuchar mis súplicas.
No se robaron lo que tenía, a plena vista estaban mi cartera, mi mochila y hasta un regalo que tenía en la parte delantera del carro. Llegaron una ambulancia y agentes de la Policía Nacional.
Emocionalmente me siento devastada, con mucho miedo. No sé si esto se trata de delincuencia común o un intento de amedrentarme, no se me ocurre quién puede ser. Ahora siento miedo cuando una persona se me acerca.
Tengo moretones en las manos y la cara. Pedazos de cristales rotos ingresaron en mi ojo derecho, también tengo cortes. Fui al hospital y no presento fracturas o heridas graves. Me dieron 48 horas de reposo y vuelvo a mi trabajo el próximo jueves.
Le pido a la gente que esté alerta en ese sector. Si ven que esos desconocidos atacan a otra persona, les pido que sean solidarios, no hace falta acercarse demasiado y exponerse, basta con empezar a gritar y llamar a la Policía.
Aún no sé si me esperaban a mi o fue al azar, ojalá las investigaciones policiales puedan darme alguna respuesta. Hoy tarde presentaré la denuncia”.