El teletrabajo ya es una opción para 11 260 empleados en el país

Cristina Larrea, quien labora en Telefónica, lleva seis meses como teletrabajadora. Foto: Álvaro Guerrero / EL COMERCIO

Una alternativa para que los empleados en Quito adapten sus actividades el día que no puedan circular con sus autos, sin perjudicar al desenvolvimiento de la empresa e incluso incrementar su productividad, es el teletrabajo.
El mecanismo permite al empleado laborar uno o varios días a la semana fuera de la empresa, pero también puede ser permanente (que todas sus tareas las efectúe sin acercarse a la oficina ningún día).
Ante el aumento del tiempo para la restricción vehicular en la capital, varias compañías han mostrado interés por usar esta modalidad, comentó Nataly Mayorga, responsable del tema en el Ministerio de Trabajo.
Este modelo es utilizado por 2 114 empresas privadas y 21 instituciones públicas en el país, según datos de esta Cartera, con corte al 3 de septiembre pasado. Los sectores económicos que más usan esta modalidad son comercio, actividades profesionales, servicios administrativos, información y comunicación.
El teletrabajo es una tendencia mundial que recién se reguló en Ecuador en el 2016 para el sector privado, y en el 2017 para las instituciones públicas.

Existen 11 260 personas bajo este sistema, según el Ministerio. La meta al 2021 es llegar a 16 500 dentro del esquema.
Cristina Larrea es gerenta de Gestión de Personal en Telefónica (Movistar). Todos los miércoles labora en su hogar desde hace seis meses, porque la placa de su vehículo termina en 6 y ese día no puede movilizarse libremente, antes por el pico y placa y a partir de ahora por el Hoy no circula.
Los demás días asiste a su compañía con normalidad. La experiencia ha sido positiva para ella, porque puede avanzar con temas que en la oficina no logra terminar, debido a las constantes reuniones que tiene. Y también dispone de más tiempo con su familia.
De los 1 200 empleados que tiene Telefónica, 800 son teletrabajadores que laboran un día a la semana en su hogar. Larrea explica que la firma designa a un líder por grupo, encargado de verificar que las personas cumplan sus tareas del día.
Datos oficiales muestran que un teletrabajador es 23% más productivo que un empleado presencial.
Ligia Cueva, directora de operaciones de la consultora Icare, un gabinete estratégico y de análisis político, también teletrabaja los miércoles, ya que su automotor tenía pico y placa. Ese día demoraba más de 90 minutos en trasladarse desde su casa, ubicada en el valle de Los Chillos, hasta su oficina en el norte de Quito.
Cueva seguirá bajo esta modalidad ahora que empieza la restricción del Hoy no circula. El único requisito para laborar de esta manera en esa compañía es que los empleados envíen las tareas programadas y que estén pendientes del teléfono.
Mayorga expone que no todas las personas pueden teletrabajar. Para seleccionar al personal, las organizaciones deben primero evaluar el perfil del trabajador, que sea responsable, posea liderazgo y capacidades tecnológicas.
En las entidades públicas, en cambio, se toma en cuenta la calificación del servidor en sus evaluaciones de desempeño.
Xavier Verdesoto, gerente de Nexostalent, una firma especializada en Talento Humano, apunta que el mayor factor para que el teletrabajo tenga éxito es el deseo y compromiso del empleado. Pero también se requiere que los jefes apuesten seriamente por la innovación del personal y cambien de mentalidad respecto de cómo supervisan a sus colaboradores.
Cuando un trabajador que está en nómina pasa a laborar total o parcialmente fuera de la oficina, el empleador hace un anexo a su contrato, sin alterar la remuneración percibida. Un teletrabajador tiene los mismos derechos y obligaciones que un empleado presencial, incluso en el cobro de horas extras, observa Verdesoto.
En el documento se especifican todos los aspectos del acuerdo: el lugar donde la persona realizará sus tareas, funciones por cumplir, tiempo, procedimiento para la aprobación de horas adicionales a la jornada y más.
La cobertura de los gastos del soporte tecnológico y alimentación, según Mayorga, dependen del acuerdo al que se llegue con el empleado. En algunos casos las empresas proveen de todos los equipos y asumen los gastos del pago de Internet, así como del almuerzo. Pero también es válido si en el acuerdo se establece que estos detalles sean responsabilidad del trabajador.
Autoridades y ejecutivos dan cuenta de los efectos en el rendimiento del talento humano y, por ende, en el negocio.
Petroecuador implementó un plan piloto a inicios de agosto de este año. En las primeras semanas, se ha notado un mayor compromiso laboral y ahorro de recursos para la empresa, comenta Lúber Ávala, jefe de Administración de Talento Humano.
La petrolera estatal cuenta con seis teletrabajadores, pero la meta es incorporar 44 más hasta finalizar el año. Kathiuska Espinoza, quien está en el Área Administrativa de Petroecuador desde hace 11 años, es una de las primeras teletrabajadoras de la empresa. Cuenta que la adaptación ha sido rápida.
Aplicó porque quería contribuir a reducir la contaminación que se genera por el uso de un auto. Se inspiró en su esposo, quien lleva más de un año laborando parcialmente desde el hogar, así que escogió el mismo día que él está en casa: miércoles.
Además de esta modalidad, los trabajadores ingenian diferentes opciones menos formales para adaptarse a la medida de Hoy no circula.
La más común es compartir el vehículo entre varias personas. Para ello, se autoconvocan en redes sociales y crean grupos de chat, en los que coordinan horarios y recorridos de quienes participan de la iniciativa.