Los turistas Carlos Bermeo y Luz Ríos se prueban los sombreros en el museo de la Casa Paredes. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO
El ‘Hat Friday’ ha dado resultados positivos. Tres meses después del inicio de esta campaña, más azuayos utilizan el sombrero de paja toquilla los viernes en las labores diarias y las empresas ven una oportunidad para mejorar sus ventas.
Se trata de una iniciativa de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Cuenca (AJE), que busca consolidar la imagen de este accesorio y que se difunda en el exterior como un producto ecuatoriano.
El objetivo es que cada viernes más personas usen el sombrero, ya sea en el trabajo, la universidad o en cualquier actividad y, así, posicionar en el extranjero el nombre ‘Ecuadorian Hat’ en lugar de ‘Panama Hat’, dice Nicolás Muñoz, presidente de la AJE.
Él asegura tener el respaldo de las 11 exportadoras más grandes del sector, de artesanos, cámaras de la Producción, Ministerio de Turismo y de personajes famosos, como el cuencano Raynner Alba, quien ha fotografiado a cantantes como Maluma y Marc Anthony.
Los viernes se observa un mayor uso del atuendo en las calles de Cuenca. También en universidades, empresas e instituciones públicas y privadas. Las personas se fotografían y envían mensajes, que son difundidos en las redes sociales con el ‘hashtag’ #hatfriday.
Por ejemplo, eso ocurrió hace un mes en la inauguración del proyecto de la bicicleta pública de la Empresa Municipal de Movilidad de Cuenca. En esa ocasión, 2 000 ciclistas llevaron los sombreros de paja toquilla y publicaron sus fotografías en Facebook, Twitter, Instagram y otras plataformas.
Marcelo Ferrari, gerente del Hotel Oro Verde (Cuenca) y presidente de los hoteleros azuayos, también se sumó a la iniciativa. Para él, usar el sombrero representa un orgullo, porque es un accesorio de calidad elaborado por hábiles manos emprendedoras.
La campaña también incentivó a las empresas. Casa Paredes-Roldán se dedica al procesamiento y comercialización del sombrero. Según su gerente, Juan Fernando Paredes, el Hat Friday dinamizó el negocio para las tejedoras y exportadores. En su almacén se duplicaron las ventas en los últimos tres meses, sin precisar la cifra. “En un año sabremos el impacto real”.
El mismo criterio tiene Alicia Ortega, de la empresa Homero Ortega, quien también está optimista con la iniciativa. Esta compañía comercializa USD 500 000 en sombreros en el país y su intención es que la campaña mejore esa cantidad.
De acuerdo con cifras de la Aduana del Ecuador, el año pasado se exportaron 716 689 sombreros, que representaron un ingreso de USD 13 millones. Los principales mercados fueron Estados Unidos, Brasil, Francia, Italia, Canadá y los países asiáticos. Los empresarios estiman que el 90% sale del Austro.
Los 11 principales exportadores, entre ellos Homero Ortega, Kurt Dorkzaun, Serrano Hat, La Paja Toquilla y Bernal, apoyan la campaña con un descuento del 15% del costo real del sombrero para los compradores nacionales. “De esa forma aportamos al rescate de esta tradición y promovemos el turismo”, señala Paredes.
Esta campaña también es un homenaje a los tejedores de Azuay, Cañar y Manabí. “Hacemos un trabajo de calidad y por eso nuestras obras se cotizan fuera del país”, resalta la artesana Blanca Guambaña.
La siguiente fase se hará a escala nacional y se promocionará en el extranjero, principalmente en los países donde hay más de demanda del sombrero, comenta Muñoz. Además, el uso del accesorio se extenderá al resto de la semana. Aún no se define el tiempo de duración de esta campaña.