Un hombre reza en la mezquita de Umayyad en Alepo, Siria, el 16 de diciembre de 2016. La evacuación de los asediados en los barrios del este de la ciudad septentrional siria de Alepo fue suspendida. Foto: EFE
Rebeldes y civiles sirios atenazados por el hambre y en medio de un frío glacial, esperaban desesperadamente el sábado, 17 de diciembre, la reanudación de la evacuación en el último reducto rebelde de Alepo, mientras se espera que la ONU vote el domingo una propuesta para enviar observadores a la ciudad siria.
El Consejo se reunirá a las 11:00 locales (16:00 GMT) para tratar el borrador de resolución presentado por la delegación de París, a pesar de la oposición de Rusia, aliado del gobierno sirio, que tiene poder de veto en el organismo.
El proyecto pide al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, redesplegar rápidamente personal humanitario de Naciones Unidas ya presente en Siria en pos de una “vigilancia adecuada y neutra y de una observación directa de la evacuación de las partes sitiadas en Alepo”.
Francia hizo circular el viernes, 16 de diciembre, un texto en el que el Consejo se declara “alarmado” por la crisis humanitaria en esa ciudad y por el hecho de que “decenas de miles de habitantes sitiados en Alepo” necesitan ayuda de urgencia y ser evacuados.
El presidente estadounidense, Barack Obama, denunció el viernes que “el mundo está unido en el horror ante el salvaje asalto del régimen sirio y sus aliados rusos e iraníes a la ciudad de Alepo”.
El reinicio de las evacuaciones sigue siendo incierta. Podrían reanudarse el domingo, según un responsable rebelde, aunque el régimen, que las suspendió el viernes, no lo ha confirmado.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) , que supervisa las operaciones de evacuación, se mostraba alarmado: “No podemos abandonar a estos miles de personas, especialmente a las mujeres, niños, enfermos y heridos, que siguen prisioneros en el este de Alepo”.
Según el emisario de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, quedan unos 40 000 civiles en la reducida zona que todavía controlan los insurgentes en Alepo así como entre 1 500 y 5 000 combatientes con sus familias.
Una vez terminada la operación de evacuación, el régimen podrá proclamar el control total de la ciudad, lo que supondría su mayor victoria desde el inicio del conflicto en 2011.
Sin comida ni agua potable
En el barrio de Al Amiriyah, todavía parcialmente en manos de los rebeldes, miles de personas, incluidos niños, pasaron la gélida noche, con temperaturas de -6ºC, esperando en medio de las ruinas de los edificios, constató el sábado un corresponsal de la AFP .
Sin agua ni apenas alimentos, los habitantes sobreviven comiendo dátiles.
Tras haber esperado su turno para ser evacuado durante nueve horas el viernes, Abu Omar volvió el sábado para enterarse de que tampoco ese día habría salidas.
“Estoy cansado de tener que cargar mis cosas y volver cada día en vano”, se quejaba este hombre, cuyos cuatro hijos están enfermos por culpa del frío. “No hay comida ni agua potable, y la situación empeora cada día”.
El ejército sirio suspendió el viernes el dispositivo tras asegurar que los rebeldes “no respetaban las condiciones del acuerdo”. Una fuente militar afirmó que “los rebeldes abrieron fuego, quisieron llevarse armas no incluidas en el acuerdo y partir con rehenes”.
Según el director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman, la suspensión también se debe al bloqueo por parte de los rebeldes de la evacuación de los heridos de los pueblos chiitas prorrégimen de Fua y Kefraya, en la vecina provincia de Idleb (noroeste) , asediados por los insurgentes.
Los rebeldes siempre han querido vincular el destino de estas dos localidades al de Zabadani y Madaya, dos ciudades sitiadas por el régimen en la provincia de Damasco. También tendrían que llevarse a cabo evacuaciones en estas ciudades, añadió el responsable del OSDH.
Un jefe rebelde del grupo islamista Ahrar al Sham, responsable de las negociaciones, Al Faruk Abu Bakr, confirmó por su parte a la AFP que se había alcanzado un acuerdo.
Reunión el martes de Rusia, Turquía e Irán
Por otro lado, los jefes de la diplomacia rusa, turca e iraní mantuvieron el sábado conversaciones telefónicas, según el ministerio ruso de Relaciones Exteriores. Los tres cancilleres se pusieron de acuerdo para adelantar al próximo martes la reunión tripartita sobre Siria inicialmente prevista para el 27 de diciembre.
Después de años de bombardeos y de un brutal asedio de más de cuatro meses, el ejército sirio lanzó a mediados de noviembre una gran ofensiva que le permitió recuperar el control de más del 90% de los barrios de Alepo en manos de los rebeldes desde 2012.
Desde el jueves, al menos 500 heridos pudieron salir de Alepo, según Ahmad al Dbis, jefe de una unidad de médicos y voluntarios que coordina la evacuación.
Pero el viernes un grupo de milicianos chiitas progubernamentales obligó a dar media vuelta a un convoy con más de 800 personas evacuadas. Según los rebeldes, el grupo abrió fuego.
En Washington, ante la prensa, el presidente estadounidense, Barack Obama, afirmó el viernes que “el mundo está unido en el horror ante el salvaje asalto del régimen sirio y sus aliados rusos e iraníes a la ciudad de Alepo”.