El funeral de Diana T. se llevó a cabo en Cumbayá. La joven fue encontrada muerta en un departamento de la zona con signos de estrangulamiento. Foto: María Isabel Valarezo /El Comercio
La muerte de Diana T. reveló como la violencia hacia las mueres cobran más victimas. La joven, que estaba desparecida desde el sábado, apareció muerta en el departamento del hermano de su novio, en Cumbayá (afueras de Quito).
Según la Comisión de estadística de violencia de la Fiscalía General del Estado, entre enero y diciembre del 2013, por ejemplo, se registraron 336 homicidios por violencia de género en el país.
Los especialistas explican que estos casos ocurren debido a diversas causas. “Entre estas aparecen ciertas actitudes de poder y comportamientos patriarcales similares al sistema arcaico en donde predomina el género masculino ante el femenino. Es por ello que se busca un remedio a esta problemática”, dice un fiscal.
La Fiscal explica también que las agresiones llegan a ser cada vez más violentas, en donde los golpes aumentan hasta causar la muerte de una mujer. Esto, a partir del 10 de agosto, cuando entró en vigencia el Código Orgánico Integral Penal (COIP) es tipificado como femicidio.
En el Perfil Criminológico, de la Dirección de Política Criminal de la Fiscalía General, se define al femicidio como “la conducta violenta que se realiza de manera consciente, con el fin de generar algún tipo de daño a la víctima. Esta agresión puede ser física, psicológica y sexual”.
Además en el documento se indica que la violencia física se evidencia en las huellas que deja el maltrato en el cuerpo de la víctima como golpes, empujones, patadas, mordiscos o todos aquellos que son causados por el agresor al hacer uso de sus manos o de objetos.
Otro tipo de violencia es la psicológica –según el Perfil Criminológico-. Esta se refleja en insultos, humillaciones, desprecios o amenazas, en donde la víctima sufre una manipulación que se traduce en sentirse despreciada, indefensa e incluso culpable de las reacciones con su pareja.
Esta violencia psicológica también puede ser de manera económica y social. En la primera ocurre cuando el agresor intenta que su pareja no tenga acceso al trabajo o al dinero familiar, de esta manera la víctima depende económicamente de él.
En la forma de violencia social, el agresor logra aislar a su víctima del entorno, evitando todo tipo de relaciones sociales.
El Código Orgánico Integral Penal, en su artículo 157.1 tipifica el delito de violencia psicológica leve y emite una pena privativa de libertad de 30 a 60 días.