Los vecinos del sector del viaducto de la Prosperina, en el norte de Guayaquil, se escandalizaron ayer en la mañana cuando escucharon disparos, como ráfagas.A las 10:30 vieron que una camioneta Chevrolet doble cabina dio de retro en una de las calles de ingreso a la cooperativa María Eugenia Cordovez. De inmediato dos hombres se bajaron de otro automóvil y dispararon contra los ocupantes del vehículo.
En ese momento, la camioneta gris, de placas GRX 6872, se chocó de retro contra una casa de tres pisos, color amarilla. Ahí, los dos hombres dispararon nuevamente contra las tres personas que iban en el vehículo. Los vidrios de las ventanas del carro se rompieron en pedazos, mientras el conductor quedó muerto, con su cabeza sobre el volante. Quienes dispararon escaparon inmediatamente del lugar, en un auto.
Minutos después la Policía llegó al sitio para acordonar la escena del crimen, mientras se esperaba la presencia de técnicos del Departamento de Criminalística.
Entre enero y marzo del 2011, se registraron 499 homicidios en Guayaquil de acuerdo a las estadísticas de la Espol. En el mismo periodo del año anterior, la cifra fue de 106 casos. Según datos de la Policía Judicial, el número de asesinatos en Guayas en el 2009 fue de 735. Mientras que en el 2010 bajó a 719.
Uno de los últimos asesinatos, tipo sicariato, fue el del Washington Rivera , dueño de un local de compraventa de vehículos, en el norte de la ciudad.
Mientras la Policía acordonaba el lugar en este último caso, la circulación de las líneas de buses urbanos de la Pascualeña, la 54, 105, 2 y 114 tomaron otra ruta.
Toda la cuadra donde quedó la camioneta se cerró al tránsito vehicular y peatonal.
Una señora de mediana edad decía que escuchó la ráfaga cuando se bajaba de la ruta Pascualeña, que ingresa por la calle del incidente. Llegaba de comprar los útiles escolares pero se quedó a ver lo ocurría más de dos horas.
Los policías del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), instalado a pocas cuadras, llegaron para dar seguridad ante el alboroto de los curiosos, quienes también hacían fotos con sus celulares.
El jefe del Distrito de Guayaquil de Policía, Ramiro Mantilla, dijo que en este momento se acumula información para determinar un patrón de asesinatos.
Unas 14 personas han sido acribilladas bajo la modalidad de sicariato en diferentes provincias del Litoral entre el 24 de marzo hasta el pasado el 3 de abril.
A las 12:20, expertos de Medicina Legal retiraron los tres cuerpos de la camioneta.
Al primero que sacaron de la escena fue al hombre que conducía el vehículo, quien vestía un jean y una camisa con rayas rojas y negras. Se notaban manchas rojas en su cabeza. El que iba a su lado vestía una bermuda de cuadros y una camisa verde, mangas cortas.
En su pierna derecha tenía un tatuaje que mostraba el rostro de una mujer. El tercer ocupante estaba en el asiento de atrás, con jean, una camiseta roja, zapatos blancos y gorra negra.
Dos de los muertos fueron identificados como José Albino Pesantes Muñoz (37 años) y Félix Guillermo Rodríguez Aguayo (35). Del tercero no se conoció el nombre. Pero el dueño de un local cercano dijo que no vivían por ahí.
En la calle y en el vehículo, Criminalística colocó 18 carteles amarillos con números para señalar los casquillos que se encontraron en la escena del crimen. La fiscal María Coloma realizó el levantamiento de los cuerpos.
María (nombre protegido) llegó asustada al sitio. Una vecina la había llamado para avisarle que ocurrió “un accidente” en el sector y ella pensó que había sucedido algo a sus hijos. Viajó desde su trabajo, en la ciudadela Keneddy, en la av. Orellana, hasta la vía Daule. Los niños estaban bien.