[[OBJECT]]Los siete hombres se cubrían el rostro al ingresar a la sala de audiencias de la Unidad de Vigilancia de Carapungo (norte de Quito), cercados por policías de élite que vestían protectores antibalas y portaban fusiles. Los siete, según la Policía, serían responsables del asesinato del empresario Francisco Espinosa Álvarez y otros más.
La detención se dio a conocer un día después de que el Municipio de Quito realizara una marcha contra la inseguridad.
El ministro del Interior, José Serrano, asistió a la audiencia y se ubicó a dos metros de los detenidos. El Secretario de Estado dio la primicia de la captura, a través de su cuenta en la red social Twitter. “Detenida la banda que asesinó a (el empresario Francisco) Espinosa. También fue aprehendido el presunto autor intelectual”, dijo cerca de las 07:00
En el operativo Envigado, la Policía detuvo a César F., Drayzon A., Ferney C., John U., Emerson Z., Martín P. y César P. Ellos permanecieron en silencio y junto a sus abogados, en la audiencia de flagrancia por presunto delito de asociación ilícita.
Néstor M., un octavo detenido, acudió a otra audiencia al final del día. Es indagado como el posible autor intelectual del asesinato de Francisco Espinosa.
Según agentes de la Unidad de Inteligencia Antidelictiva (Uiad) y de la Unidad Antisecuestros (Unase), los siete integran “una organización internacional dedicada al asalto y robo a mano armada a entidades bancarias y locales comerciales, robo de vehículos y al asesinato de personas mediante la modalidad de sicariato en el territorio ecuatoriano”.
Durante la diligencia, la Fiscal del caso señaló que ellos serían los principales sospechosos del crimen cometido contra el empresario Francisco Espinosa Álvarez, la noche del 2 de septiembre en la vía a Cumbayá (Miravalle), en el nororiente de la capital.
Según la Fiscalía, la red estaría involucrada en otros tres casos de sicariato en Quito: el homicidio de dos mujeres, en la avenida Río Coca y Polanco (norte de Quito) a inicios de este año. También el de la pareja de jóvenes extranjeros, Ernesto P. y Jennifer G., frente al semáforo de las avenidas De la República y Eloy Alfaro, el 11de junio, y el crimen de Óscar R., la madrugada del 24 de junio, mientras conducía su automóvil en la av. Brasil y Granda Centeno.
En la Policía se indicó que “para cometer los delitos, la organización analizaba a las víctimas, realizaba un seguimiento para establecer sus actividades y rutinas, todo lo cual, les permitía determinar el lugar más idóneo para la ejecución de delitos, así como los recursos logísticos”.
Además, que en la muerte de Espinosa calcularon sus movimientos desde que salió del peaje del túnel Oswaldo Guayasamín y lo acribillaron en su auto Mitsubishi Montero, cerca de la estación de servicio en Miravalle.
La Fiscal explicó que, tras seis meses de investigaciones de la Uiad y Unase, se identificaron e individualizaron a cada miembro de la banda, así como sus movimientos dentro y fuera de la ciudad. “Se constataron las múltiples reuniones que mantuvieron los miembros de la red, así como del análisis técnico de los peritajes en las llamadas telefónicas de los detenidos y del informe balístico realizado a las vainas halladas en las escenas de los delitos”.
En las investigaciones, según Inteligencia, se determinó que el extranjero César F., de 25 años, sería el líder de la organización delictiva, que opera en el país desde noviembre del 2010. El segundo en la red sería Drayzon A., quien dirigía a Juan C. y Jorge O. y al encargado logístico John U.
Serrano y la Policía coincidieron en que otra evidencia que vincula a los detenidos con las muertes violentas de junio es el uso de una pistola de 9 milímetros. “Se encontraron casquillos y se ha determinado que son de la misma arma de acuerdo con el sistema AFIS”, señaló el Ministro.
Tras la audiencia, el Juzgado XXII de Garantías Penales de Pichincha ordenó prisión preventiva para los sospechosos por el delito de asociación ilícita. Los detenidos afirmaron ser inocentes y que se dedican al comercio y a la organización de eventos.
Durante el operativo Envigado, la Policía allanó cuatro inmuebles en Solanda, Ciudadela México y La Magdalena (sur de Quito), y un edificio del norte (Naciones Unidas y República de El Salvador). La Policía dijo que se hallaron 5 472 gramos de cocaína y 56 de marihuana, una pistola Pietro Benetta, 9 milímetros, 100 cartuchos, 21 celulares, etc.
En la operación también se detuvo a dos mujeres. Ellas afirmaron ser inocentes, pero se ordenó su prisión preventiva por posesión de estupefacientes.