El Grupo de Combatientes Populares (GCP) aprovecha las marchas o manifestaciones que se organizan dentro del paro nacional para volver a estar operativo.
Esta organización es de vieja data. Se remonta a los años 90. Su orientación es maoísta, aunque también son guevaristas. El grupo se desintegró, pero siguen algunas semillas que se activan y reagrupan en momentos como los que vive el país.
“Son grupos que van a estar infiltrados dentro del proceso de protesta social, buscan crear crisis social y pánico social”, sostuvo Mario Pazmiño, ex militar experto en seguridad.
En primera línea
En redes sociales se autodefinen como una “organización político-militar”. En las calles, aprovechan la aglomeración para repartir panfletos en los que exponen sus ideas.
“Solo queda la resistencia hasta botar al tirano y respaldar las acciones de los combatientes que permanecen en primera línea”, se lee en un comunicado entregado la tarde tras una marcha pacífica.
El jueves en la tarde, Leonidas Iza pidió a las bases de la Conaie que se reagrupen y retornen a la Casa de la Cultura después de que se registraron enfrentamientos con la policía durante una marcha indígena.
“No dejemos infiltrar a personas que pretenden dañar esta lucha”, dijo el líder de la Conaie.
Según Pazmiño, en la agenda del GCP se encuentra la toma de instalaciones petroleras o de servicios públicos. Este tipo de acciones se registraron en el actual paro nacional y en el levantamiento indígena del 2019.