Las Fuerzas Armadas (FF.AA.) destruyeron miles de armas de fuego y municiones, que fueron decomisadas durante operaciones militares de seguridad. Esta acción se conoció este lunes 21 de noviembre del 2022.
Personal militar incineró, en Guayaquil, 2 472 armas de fuego, 162 armas no letales, 40 168 municiones letales, 695 kilogramos de perdigones y 1 806 accesorios.
De hecho, este material se incautó durante las operaciones ejecutadas por las unidades militares de Fuerzas Armadas a nivel nacional, en el marco de su competencia legal de control de armas, municiones y explosivos”, indicó la entidad castrense.
Además, señaló que esas armas ya no son evidencia dentro de procesos judiciales y por lo tanto sí pueden ser destruidas.
Este año hubo otro procedimiento similar. El 26 de abril del 2022, 2 012 armas de fuego letales, 137 armas de fuego no letales y 1 093 accesorios se destruyeron en Guayaquil.
Según el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, ese armamento había sido incautado en operaciones de seguridad y entregados de manera voluntaria en los centros de control de armas.
¿Cómo se destruye el armamento?
Tras ser incautadas, las armas son trasladadas a los armerillos ubicados en bases militares de Pichincha, Carchi, Manabí, Esmeraldas, Orellana, Guayas, Chimborazo, Pastaza, Azuay, El Oro y Loja. Allí son almacenadas hasta que un juez ordene su destrucción.
Se requiere una orden judicial pues hay armas que fueron empleadas para perpetrar robos, asaltos y homicidios. También fueron utilizadas por bandas delictivas dedicadas al narcotráfico, contrabando, tráfico de armas, entre otros delitos.
Previo a su destrucción, las armas son trasladadas a una industria de acero. Con la ayuda de dos electroimanes gigantes son colocadas en un horno de fundición.
El metal se derrite a 300 grados centígrados. El procedimiento dura aproximadamente 18 minutos. Luego, el material es transformado en varillas de hierro.
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