Unos 4 000 metros de cordón detonante, que se usa para activar explosivos, fue descubierto por la Policía Nacional a las 04:00 de este miércoles 7 de julio del 2021. El hecho ocurrió en la provincia del Carchi, ubicado en el norte de Ecuador, en la frontera con Colombia.
Los uniformados encontraron el material de uso militar escondido al interior de cinco rollos de tela, que llevaba una mujer a bordo de un taxi.
Los agentes realizaban un operativo de control en la parroquia de Urbina, en el cantón Tulcán. Seguían las pistas que previamente les compartieron miembros de Inteligencia policial. Durante la inspección que realizaron al vehículo de alquiler encontraron los rollos de tela guardados en el baúl porta maletas. Tras examinar la carga encontraron el cordón detonante.
La sospechosa está detenida. Un juez dictó prisión preventiva en su contra, mientras se investiga este delito estipulado en el artículo 361 del Código Orgánico Integral Penal. Este prevé la privación de la libertad de tres a cinco años para la persona que fabrique, suministre, adquiera, comercialice o transporte, sin la autorización correspondiente, armas de fuego, sus partes o piezas, municiones, explosivos.
De acuerdo con las investigaciones preliminares, la mujer trasladó el material desde Otavalo, en la provincia de Imbabura, hasta Urbina. Tenía previsto cruzar a Colombia por uno de los pasos fronterizos no autorizados.
Según las autoridades, en el Carchi hay 36 de estos puntos que son utilizados para la migración irregular y el contrabando de mercadería, drogas y armas.
Este es el segundo cargamento de material descubierto en la sierra norte. El 4 de mayo pasado, la Policía Nacional encontró 750 metros de cordón detonante y 750 metros de mecha lenta, que llevaba una mujer, a bordo de un autobús trasporte público de pasajeros. El vehículo cubría la ruta de Imbabura a Carchi. Esa vez la carga ilegal fue descubierta en un punto de control que instaló la Policía Nacional en el ingreso norte de la ciudad de Ibarra, en la vía Panamericana.
Las autoridades presumen que este tipo de materiales, de uso militar, estaban dirigidos a grupos irregulares de Colombia.