Ministro de Defensa: ‘Necesitamos estrategia regional antidrogas’

Fernando Donoso, ministro de Defensa. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Entrevista a Fernando Donoso, ministro de Defensa
Lleva tres semanas en el cargo. ¿Cómo encontró al Ministerio de Defensa y a las Fuerzas Armadas?
He encontrado un Ministerio que estaba realizando un proceso de reinstitucionalización. En el Gobierno de la revolución ciudadana, las Fuerzas Armadas fueron atacadas en diferentes aspectos y afectadas por decisiones políticas. Recuperar todo el camino perdido fue trabajo del Ministro anterior. A mí me toca continuar con eso.
¿Cuáles son los principales problemas que han identificado?
El principal problema es el económico. Necesitamos recursos para poder renovar equipo, material, pero si el Estado no tiene o no nos puede proveer de todo debemos adaptarnos.
Los fusiles, por ejemplo, no han sido renovados hace 26 años.
Se hace una renovación paulatina. No se pueden invertir muchos fondos en eso porque no hay, pero sí se está haciendo una renovación poco a poco.
En este momento hay una preocupación en el país por toda la violencia criminal que se vive. ¿Cómo trabajarán los militares en este tema, cuando detrás de todo lo que ocurre incluso aparecen grupos identificados con carteles de México?
Queremos afianzar una estrategia regional común, con la participación de Estados Unidos, Colombia, Perú y Ecuador. El narcotráfico, que es el origen del crimen organizado internacional, es un mal generalizado. Necesitamos esta cooperación internacional para poder enfrentarlo con fuerza.
¿Ecuador buscará acercamientos?
Ya hay algunos contactos a través de las comisiones de frontera. Hay intercambio de Inteligencia con los tres países que mencioné. Estamos estrechando cada vez más los lazos de cooperación y amistad. En poco tiempo podremos definir una verdadera estrategia.
¿En qué consistirá? ¿Seguirá el triángulo de seguridad entre Guayas, Galápagos y Manabí para enfrentar a los narcotraficantes?
La seguridad es general, no obedece a un triángulo únicamente.
¿A qué se refiere?
El triángulo de seguridad limita a una región específica. Pero el problema del narcotráfico y la presencia de naves ilícitas es en todo el mar ecuatoriano, que significa casi cinco veces el territorio terrestre. Es una acción más amplia que limitarnos a un triángulo cuyos límites son la costa y un punto en las Galápagos. Necesitamos analizar eso con más detenimiento y poder determinar una nueva visión, una nueva estrategia.
¿Qué otros pasos firmes ha dado?
He conversado con el personal de la Embajada de EE.UU. El tema de la seguridad es una cosa que no se puede hacer de la noche a la mañana. Hay que visualizar bien los campos en los que van a actuar cada uno de los países.
¿Qué hacer para evitar llegar a situaciones como las que atraviesa México con los carteles?
México es un caso particular. La situación es mucho más agresiva y peligrosa de lo que fue en Colombia. Nosotros tenemos que anticiparnos a eso.
¿Cómo hacerlo?
A través de contactos, del cruce de datos de Inteligencia, la capacitación y la tecnología. Por eso la necesidad de tener esta relación muy estrecha con los servicios de Perú y de Colombia. Ese intercambio de experiencias nos va a permitir diseñar operaciones que, a lo mejor, podrían ser binacionales.
En esa línea de cooperación, ¿aumentarán la presencia de aviones estadounidenses que ayudan en el control del narcotráfico?
Por lo pronto está establecido únicamente el Orión P3, pero puede ser que necesitemos más un incremento de las frecuencias de vuelo y tendríamos que conversar con Estados Unidos.
¿Se prevé aumentar?
Por el momento, no.
En el país, más del 50% de homicidios se perpetra con armas de fuego. Ese control está a cargo de los soldados. ¿Está fallando este trabajo?
Todas esas armas ingresan ilegalmente. Estamos haciendo esos controles y, de hecho, hemos confiscado armas.
En una ocasión anterior, usted dijo que debían mejorar esos controles, ¿cómo lo harán?
Necesitamos incrementar la frecuencia de los operativos y mejorar también la forma en que se revisan los vehículos.
Sobre los fusiles chinos, usted dijo que ya se están empleando en los destacamentos. ¿En dónde?
La decisión que se tomó fue entregar los fusiles a las tres ramas de las Fuerzas Armadas y se usarán para el entrenamiento básico del personal. En esa formación sufre mucho el armamento, porque los militares se entrenan en el lodo, muchas veces bajo el agua y pueden dañarse. Entonces, los fusiles chinos sirven muy bien para ese entrenamiento y el deterioro que registren no afectará a nuestra capacidad operativa.
¿En este momento ya se están utilizando para entrenamiento?
No sé aún, pero ya fueron entregados.
¿Esta decisión fue suya?
Sí. Fue mía, porque la decisión anterior fue destruirlos. Pero con informes del Consejo de Generales del Ejército y la Contraloría, esa posibilidad quedó descartada y se puede dar buen uso.
El anterior Ministro dijo que había informes que hablaban de peligro para quienes los emplearan.
Será peligroso si se utiliza como prácticas de tiro real, pero eso no se va a hacer. Es para el empleo en instrucción formal, en entrenamiento básico. No van a ser disparados.
Su trayectoria
Tiene 77 años y es almirante en servicio pasivo. Se desempeñó como Comandante General de Marina de mayo del 2000 a febrero del 2002. Fue comandante de Operaciones Navales e Inspector General de la Armada Nacional.