El paisaje cambia en menos de 10 minutos. En el tránsito entre la tarde y la noche, en el parque de El Calzado (sur), las canchas y áreas verdes se vacían. Aunque hay iluminación en la acera de la calle principal, la luz no alcanza a las canchas y áreas verdes, por lo que la gente se va.
En el río Machángara, que colinda con ese parque del sur de Quito, hace 38 días encontraron sin vida a Andrés Medina, un joven de 18 años. Victoria Salazar, su mamá, hoy se encuentra fuera de Quito. El parque, las calles y el sector le recuerdan lo que pasó. La noche del 11 de enero, Andrés sacó a pasear a su mascota. Sin embargo, solo el perrito regresó.
Lo encontraron sin zapatos y sin su celular. La Policía aún investiga el caso. Su familia presume que fue víctima de un robo y, como consecuencia, fue asesinado. El hecho doloroso no solo afectó a la familia Medina Salazar sino también a El Calzado.
El parque se ubica a lo largo de la calle Antonio Rodríguez. A un lado está el río y al otro se asientan las casas ubicadas en manzanas conformadas por pasajes. En su interior no hay vías de pavimento, sino que la mayor parte es adoquinado.
Cuando a los vecinos se les pregunta sobre el principal problema en el sector, lo primero que responden es: la inseguridad. Así contestó Luis Ulloa, presidente del barrio. También lo hizo Gladys Pérez, moradora desde hace 36 años; además de Miriam Cervantes, vecina desde hace 40 años.
Son las 18:20 del 16 de febrero. En las canchas de vóley hay gente jugando. En su mayoría son taxistas que acostumbran hacer deporte en el sector. También hay adolescentes en las canchas de básquet y niños en los juegos infantiles. Antes de que anochezca, también se ve a personas con sus mascotas caminando por las zonas verdes.
Ulloa cuenta que el parque, mientras hay luz, es seguro. La gente lo ocupa regularmente y es el punto de encuentro para los moradores. Ahora, tras lo acontecido con Andrés, el Municipio iluminó al menos la parte de las aceras. El resto del parque, cuando es de noche, permanece en la oscuridad.
Gladys dice que ella evita salir pasadas las 20:00. Durante más de un año, las luminarias de la acera estuvieron dañadas. Cuenta que constantemente solicitaron al Municipio que arreglara los postes. Sin embargo, no hubo ninguna intervención hasta después de lo sucedido con Andrés.
Vigilancia comunitaria
Los moradores dicen estar unidos. Mantienen un chat con la Policía y realizan recorridos nocturnos. Según Ulloa, el objetivo es que “los delincuentes sepan que estamos vigilando”.
Pero no solo eso. Hay moradores que también optaron por poner cámaras de seguridad. Cervantes es una de ellos. A finales de diciembre pasado, su hijo fue asaltado al ingresar a la casa. Le quitaron el celular y el dinero que tenía. Eso la llevó a tomar mayores medidas de seguridad.
Según la Policía, en El Calzado se han reducido los delitos. En lo que va del año, dice la teniente Yomaira Narváez, hubo un robo; en el mismo periodo del año pasado, 10. Sin embargo, en sus estadísticas no cuenta lo ocurrido con Andrés.
Victoria ha vivido en El Calzado por 18 años. Recuerda que llegó al sector cuando su hijo tenía 5 días de nacido. Sin embargo, el hecho la llevó a pensar en mudarse. Ella dice que la inseguridad se incrementó con la pandemia.
Los vecinos coinciden en eso. Antes del covid-19 había iluminación en el parque. Después, con las restricciones, los cables del alumbrado fueron robados. Así, poco a poco, el sector se quedó a oscuras.
Ulloa cuenta que, como parte de sus recorridos en conjunto con la Policía, descubrieron en la quebrada covachas en donde había colchones y ropa. Presumen que allí vivían indigentes. Además, dice que los delincuentes tienen identificados los lugares por donde esconderse cuando se internan en la quebrada.
Según el Municipio, en el parque se han realizado intervenciones. Por ejemplo, la Empresa Pública Metropolitana de Obras Públicas (Epmmop) cortó el césped, realizó el mantenimiento de los juegos metálicos y limpió el cuarto de control de la pileta.
La Epmmop señaló a este Diario que ese parque lineal se encuentra dentro de los 116 priorizados para el mantenimiento, arreglo y cambio de luminarias.Pero Ulloa y otros moradores se hacen la misma pregunta: ¿hasta qué hora se podría usar el parque si estuviese bien iluminado? El dirigente barrial considera que mientras se ocupe el área recreativa menos propensa a robos estará.
Mientras tanto, la familia Medina Salazar espera respuestas sobre el caso de Andrés. Según Victoria, el 25 de febrero es la fecha límite para que la Policía entregue un informe sobre lo ocurrido. Ella solo espera justicia, porque a El Calzado ya no volverá.