En la Fiscalía de la Policía Judicial (PJ), la mañana de ayer, se registraron dos denuncias de robos de automóviles. Otros testimonios de personas que sufrieron robos y asaltos, o que permanecen desaparecidas, también se escucharon en las oficinas de aquella dependencia ubicada en el sur de Guayaquil.
Un padre de familia buscaba respuestas en los gendarmes. Se trataba de Juan H., quien llegó al sitio a notificar la desaparición de su hijo Jisop, de 22 años, a quien no ve desde hace más de un día y ni siquiera en su trabajo conocen sobre su paradero. Otra madre de familia coincide con la desesperación de aquel hombre.
Se trata de Nora D., quien busca a su hija de 14 años, Maritza, quien salió de su domicilio, ubicado en un populoso barrio porteño, hacia una farmacia la noche del viernes y no se conoce de su paradero.
Dos personas más contaron sus testimonios en los pasillos del edificio. En Urdenor, norte de la urbe, a Germán Q. y María R. les sustrajeron sus pertenencias. Ellos recuerdan que un auto gris y otro blanco los interceptaron. De los carros salieron hombres, armas e insultos. La pareja circulaba con USD 2 100 que habían retirado de una entidad bancaria de un centro comercial ubicado en la vía a Daule. Ellos estiman que el robo alcanza los USD 1 300, más los teléfonos y bisuterías que también se llevaron.
Otro testimonio es el de Matilde C. y tiene por escenario su domicilio. En Mucho Lote (norte) le despojaron de su televisor y otros aparatos eléctricos la madrugada de ayer. Esto, hasta que ella regresase de sus labores diarias.
Quienes perdieron su vehículo cargan con más papeles y preocupaciones. Pablo M. cuenta que a su sobrino Arjeli V. lo golpearon a la medianoche del pasado viernes por robarle su vehículo Chevrolet Aveo. El hecho sucedió en los alrededores del Guasmo Central, al sur de Guayaquil. La mañana avanzaba y las denuncias seguían llegando. El robo de un auto más había sido reportado.