Entrevista a Santiago Argüello, criminólogo. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Entrevista a Santiago Argüello, criminólogo.
¿En la historia del Ecuador se ha registrado alguna vez una matanza como la que se produjo el pasado martes, con 79 presos asesinados en cuatro cárceles?
Nunca habÃa pasado esto en el paÃs. Es grave, muy grave. Lo único que me recuerda esto es a cárceles de Guatemala, como la de Gotera o Mariona de El Salvador. Cuando en esas prisiones habÃa un problema se reportaban 20 o 30 muertos.
Pero no 79 como aquÃ.
No, no. Esta es una noticia mundial. No es el más grave a nivel latinoamericano solo porque hace muchos años en El Frontón de Lima hubo 300 muertos en medio de un incendio. Entonces existe ese antecedente histórico y ahora vamos a tener el de Ecuador. Es terrible lo que ha ocurrido.
¿Por qué el paÃs llegó a este nivel de violencia?
No podemos seguir dejando al tema penitenciario como un apéndice. No es parte del sistema de justicia penal y eso es grave. Además, conozco por dentro y la administración da altos Ãndices de corrupción.
Dice que no se debe dejar al sistema de rehabilitación con un apéndice. ¿Fue un error eliminar el Ministerio de Justicia y dejar solo un Servicio de Rehabilitación, para que administre todas las cárceles?
Sin duda fue un error. De un brochazo inapropiado, el actual Gobierno suprimió lo que se construyó en muchos años.
Cuando se pasó de Ministerio a Servicio se dijo que era saludable, porque habÃa un Estado obeso. ¿Se disminuyó el personal?
Enel caso penitenciario se bajó el personal de manera significativa. Hoy tenemos un poco menos de 1 200 guÃas para 40 000 internos. ¿Cómo se maneja esto? Es un desastre. En la mayorÃa de las ocasiones hemos puesto gente incapacitada para que maneje este sistema, porque no le interesa a nadie lo que ocurre. Eso es lo que está pasando en este momento. CreÃmos que con poner policÃas (retirados) en el manejo de este tema se arreglaba el problema de la seguridad penitenciaria. No es asÃ.
A raÃz de la desaparición del Ministerio también se redujo el presupuesto. De USD 135,1 millones en 2017 pasó a USD 91,4 en 2021.
Hay cosas que se pueden hacer con lo que se tiene. Por ejemplo, esto de la redistribución penitenciaria, pero nadie lo quiere asumir. Además, una cosa que necesita un presupuesto mÃnimo es la supervisión. Hay que hacer supervisión permanente de lo que está pasando. Y hay que tener la capacidad de una Inteligencia estratégica. Eso hace falta.
¿Esa Inteligencia falló?
Totalmente. Pero la Inteligencia, el reaccionar antes de que los hechos se presenten, no es suficiente. Si no tienes programas y servicios al interior de las cárceles las cosas se te van a ir de las manos. No es suficiente con tener una propuesta de seguridad.
Con la reducción del presupuesto también se paró un primer proceso para seleccionar a 500 guÃas, que ayudarÃan a dar seguridad en las penitenciarÃas.
Hace muchos años yo presenté un proyecto para generar una escuela de capacitación de guÃas. Eso era algo bueno. Las respuestas no pueden ser asà nomás, sino que se atan a una carrera profesional del servicio profesional.
¿No se ha consolidado esa carrera profesional?
No existe para nada esa carrera profesional. Incluso, los médicos, odontólogos, los psiquiatras que trabajan al interior del sistema ya no están. Asà es como se ha desmontado la capacidad de respuesta del sistema penitenciario. No hay nadie que solucione esto. Estamos fregados. El resultado es lo que estamos viendo en este momento. Ahora nos empezamos a ocupar cuando hay tantos muertos en las cárceles. DeberÃamos interesarnos a dÃa seguido con un poco más de devoción por la justicia.
¿Entonces se incurrió en un error tras otro?
Asà es. Estamos incapacitados para tomar decisiones.
Los dos estados de excepción declarados para evitar la violencia no han dado resultados. Pese a la vigilancia de policÃas y militares asesinaron a reos.
No dieron ningún resultado, porque no hay la voluntad polÃtica y el asunto tiene que articularse a una polÃtica criminológica de conjunto.
En medio de esto, la Corte Constitucional cuestiona los reiterados estados de excepción y pidió que se elabore y ejecute un plan a mediano y largo plazo.
La Corte Constitucional tiene razón al decir: usted no me puede dictar a cada rato un estado de excepción. Otra cosa diferente es hacer una planificación estratégica de conjunto y de largo plazo. Un esfuerzo sostenido debe rescatar a las cárceles de eso que está ocurriendo. Pero cada vez hay más corrupción al interior.
¿El endurecimiento de penas e incorporación de delitos en el Código Penal son parte del problema?
No le veo asÃ. Cuando la administración quiere, libera con facilidad a los detenidos, como ocurrió con Rasquiña.
También se atribuye el problema en las penitenciarÃas a la tabla de drogas.
No. Eso es casi una broma. No se llega a entender que lo único que se querÃa con esto es que no se condenara como un delito a quien consume.
Hoja de vida
Trayectoria 
Doctor en Derecho por la Universidad de Lovaina, en Bélgica. Fue director nacional de PolÃtica Criminal de la FiscalÃa. Ocupó varios cargos en el sistema penitenciario. Ha trabajado para Naciones Unidas en temas de DD.HH. Fue Defensor del Pueblo adjunto.
Punto de vista 
LenÃn Moreno se ha equivocado en las respuestas dadas al sistema de rehabilitación. No ha habido gestión pública en materia de justicia penal y penitenciaria.