Custode fue encargado del sistema de Revisión Técnica Vehicular del Municipio. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO
El plazo de 30 días para que los transportistas mejoren su servicio terminó y ahora el Municipio realiza una evaluación. De esta depende que se vuelva a discutir una eventual alza de tarifas. Para Roberto Custode, consultor independiente sobre temas de movilidad, los 30 días solo darán un panorama de la situación actual del transporte en Quito.
¿En dónde empieza y en dónde termina la responsabilidad de los choferes sobre la calidad del servicio de transporte?
Solo una parte del servicio la ofrece el conductor. En realidad la responsabilidad recae en las empresas operadoras de transporte. El chofer es un empleado de la empresa. No es como antes, cuando el chofer sacaba una cierta cantidad para el dueño del bus y el resto para él. Por eso, la empresas tienen que brindar capacitación, elaborar manuales de operación y un conjunto de normas internas que les permitan garantizar la calidad del servicio.
Entres transportistas y el Municipio hay un cruce de acusaciones sobre la responsabilidad de la mejora del servicio. ¿Qué medida es la recomendable para mejorar el servicio del transporte?
El Municipio debe determinar la naturaleza de estas empresas. Es decir, debe tener información sobre cada operadora y exigirles manuales en donde se establezcan sus compromisos. Si la calidad no tiene forma de ser medida se convierte solo en una declaración.
Por ejemplo, la empresas deben entregar la nómina de las empresas, los manuales de servicio, de procedimientos y mantenimiento. El Municipio no tiene la responsabilidad de elaborar esos documentos pero sí de exigir la existencia de ese tipo de documentos.
¿Que se logra con este tipo de documentos?
Con esto, el Municipio puede decir, por ejemplo, usted estableció en el manual que a tal hora y cada tanto tiempo tendría una unidad circulando. Así pueden emitir las sanciones. Pero esto no solo ayudaría a mejorar el servicio sino a dar el paso para formalizar a las operadoras de transporte como verdaderas empresas.
¿Hasta qué punto es el Municipio el que debe gestionar la calidad del servicio mediante ultimatums o plazos?
Lo importante es que existan los documentos que permitan evaluar la calidad del servicio. Si no, las sanciones se centran en los conductores que son la cara visible del servicio.
Hay buses que, a ciertas horas del día, se movilizan casi sin usuarios y eso provoca la pelea por el pasajero. Hay un problema en las frecuencias que requiere planificación.
Debe haber una especie de autorregulación al interior de las empresas. Deberían proponer una serie de regulaciones, con base en su realidad, para cumplir con las mejoras de calidad. El Municipio tiene trabajos en las regulaciones y estudios. Falta trabajo de la contraparte.
Roberto Custode
Fue encargado del sistema de Revisión Técnica Vehicular del Municipio. Desde 2011 se desempeña como consultor independiente en temas de movilidad y tránsito.