Un muerto y tres heridos dejó la caída del techo de un escenario deportivo, en el norte de Quito, por la fuerte granizada que se registró el sábado 7 de mayo de 2022. Al día siguiente, un cielo totalmente despejado y una radiación ultravioleta extrema sorprendieron a los capitalinos.
En las diferentes redes sociales los usuarios hablan sobre las irregularidades en el clima. Especulan sobre teorías que justifiquen estos cambios bruscos.
Según Cristian Páliz, especialista de Pronósticos y Alertas Hidrometeorológicas del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), la capital ecuatoriana vive una época de transición a la estación seca. “Se presenta el conocido ‘sol de aguas’ en este mayo de 2022. Se trata de la radiación intensa durante el día y las precipitaciones fuertes con tormentas eléctricas y presencia de granizo por la tarde”.
La lluvia y sol extremo alteran la rutina de los quiteños
Cuando empieza la lluvia, Ángel Guamán se lamenta. Trabaja en Solanda lavando autos desde hace ocho años y para él esta época siempre es la más complicada por el clima invernal.
Su esposa le ayuda y tiene dos trabajadores, a veces tres, cuando la temporada mejora. Pero las lluvias son el enemigo de su negocio donde cobra entre USD 2,50 y 3,50 por cada limpieza.
“Ya llueve y nadie viene a lavar el carro porque igual se ensucia”, explica. De los 12 carros que habitualmente llegan al día, en invierno disminuyen a ocho, aproximadamente. Por lo tanto, sus ingresos se afectan en la misma proporción.
El Inamhi asegura que este mes presenta un descenso en la cantidad de lluvia que cae en la capital, y alcanza un promedio de 20,7 milímetros en el sur y 8,4 milímetros en el norte.
Las estimaciones dicen que pudiera llegar a 157,3 milímetros en el sur y, 101,2 en el norte al finalizar el mes. En abril cayó 140,3 de los 171 milímetros esperados, en el norte. Y 22,5 de los 209 milímetros previstos en el sur.
“En este momento del año confluyen los vientos desde el océano Pacífico y la Amazonía y producen el fenómeno con más fuerza en el valle de Los Chillos y el sur de la ciudad”, señala Páliz.
El fenómeno de la lluvia y granizada se produce cuando hay una intensa radiación que propicia la formación de nubes a gran altura. El agua se congela y el hielo cae en esferas de 2,5 centímetros, aproximadamente, de acuerdo con el especialista. Esto es normal y no debe generar alarma en la comunidad.
De acuerdo con Valeria Díaz, vocera de la Red Metropolitana de Monitoreo Atmosférico de Quito, el fuerte sol es habitual en la ciudad y aunque el Índice de Radiación Ultravioleta (IRUV) oscila entre 13,7 y 15,9, en lo que va de este año, aquello no es algo fuera de lo común.
“Las condiciones de la ciudad como la altura y estar en la mitad del mundo nos dan una particularidad en el tema de radiación. Tenemos una cantidad de horas de radiación mucho más alta que las que se dan en otras regiones del mundo”, menciona.
Sixto Haro es taxista desde hace 22 años y confiesa que no le gusta trabajar bajo el sol de mediodía. “Es matador. Dificulta la vista y quema el cuerpo”.
En su experiencia es mejor retirarse durante esas horas para almorzar y descansar un poco. Menciona que se ha insolado un par de veces y no quiere pasar por eso de nuevo.
Alertas con la radiación
Díaz recuerda la importancia de no exponerse al sol entre las 10:00 y 15:00. Cuando la exposición es obligatoria recomienda usar sombrero, gafas, ropa de manga larga y bloqueador solar, aunque el día parezca nublado.
La Secretaría de Ambiente de Quito cuenta con tres solmáforos. Están ubicados en los parques Bicentenario, Itchimbía y Las Cuadras; recopilan información desde 2010.
“No hay que asustar a la población, pero sí hay que decir que al sol de Quito hay que respetarlo”, añade la funcionaria.
Un promedio de los niveles de radiación entre 2010 y 2021 indica que febrero es el mes con el índice más alto. El acumulado es de 17,6 y equivale a una condición extrema. Sin embargo, Díaz asegura que hay registros de días donde se alcanzó los 20 puntos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre los niveles tres y siete es necesario llevar protección y, a partir de ocho, protección extra.
En redes sociales, la Secretaría de Ambiente publica a diario la estimación del nivel de radiación ultravioleta junto a las recomendaciones de cuidado. Pide revisar la cuenta con frecuencia.
Para Haro no es suficiente con vestir camisa de manga larga. “El sol quema a través de la ropa igual”, menciona y muestra su brazo izquierdo visiblemente más oscuro que el derecho. “Gajes del oficio”, dice entre risas.