Como todos los fines de semana, a las 09:00, Diego Díaz salió a dejar la basura en los depósitos del conjunto Fundador donde vive. En esta ocasión su rutina cambió.
Cinco jóvenes vestidos con chalecos azules lo esperaban en el espacio que antes estaba destinado para la basura. En un costado se encontraban dos contenedores grises y acero galvanizado. Ellos portaban carpetas, hojas volantes, fundas plásticas para la basura e información sobre el nuevo sistema de recolección que se aplicará en seis barrios del norte.
El viernes se colocaron 85 contenedores en San José del Condado. Allí 4 000 familias son beneficiadas. Hasta fin de mes se cubrirá toda la zona.
Díaz, acompañado de su madre, se mostró sorprendido y satisfecho. “La basura ya no va a quedar en la intemperie de la lluvia, los perros y roedores. Adicionalmente, es necesario adoptar las medidas de reciclaje”.
Varias familias pasaban en sus vehículos por el espacio donde se encontraban los contenedores.
Algunos se bajaban y depositaban los desperdicios en los contenedores, mientras escuchaban la información y recibían fundas para la basura.
Desde el sábado por la mañana, el barrio ya tenía en sus veredas los contenedores, que son de 1,20 metros de altura. En la avenida Occidental los recipientes están ubicados en las aceras, a una distancia de 90 metros entre cada uno. La gente los observaba, se acercaba y leía la información que está pegada en cada depósito. Algunos pisaban la palanca metálica en la parte inferior para probar su funcionamiento.
Segundo Colcha tiene una vulcanizadora desde hace 5 años en la avenida Occidental. A menos de 20 metros de su taller se encuentra uno de los 85 depósitos, que en ese barrio se colocaron la noche del viernes.
Él aseguró que esta medida solo va a funcionar si la gente colabora y cuida los contenedores. “Es una excelente idea, pero debe haber responsabilidad ciudadana para que esto avance bien. Lo que no sé bien es dónde puedo ir a dejar las llantas que ya no sirven”.
En las veredas de los parques, paradas de buses, esquinas y frente a tiendas y otros locales comerciales, los contenedores fueron utilizados por los vecinos.
En la calle Diego Vaca, los niños pisaban la palanca y se empujaban para alcanzar hasta la parte alta del depósito. Después, se sacudían las manos y se subían a sus bicicletas.
Un vehículo se estacionó cerca de un contenedor y varios jóvenes vestidos para hacer deporte, sacaron fundas con basura y las depositaron en el recipiente.
Ana Velasco tiene una tienda en la parte alta de la calle Diego Vaca. Ella recibió las charlas informativas y dijo que apoya a este nuevo sistema de recolección.
“Así evitamos tener la basura en las veredas y calles, no hay perros. Además, pueden ser utilizados por niños o personas mayores. Es muy accesible. He visto a niños pequeños botar ahí la basura”.
En la calle Santa Teresa, el fin de semana, todavía las personas dejaban las fundas con basura en las canastillas metálicas, que cuelgan en las entradas de las casas.
Estos vecinos desconocen que ya no habrá recolección de basura puerta por puerta. El carro recolector llevará los desperdicios solo de los contenedores.
Pilar Ruiz, limpiaba la entrada de su casa. Ella todavía no dejaba la basura en los contenedores, pero conocía del nuevo sistema, gracias a los brigadistas de Emaseo.
“En estos nuevos depósitos ya no se regará la basura. Solo si colaboramos, esta medida va a dar buenos resultados”.
En los dos primeros días del sistema, desaparecieron las fundas con desperdicios esparcidos en la vereda. A pesar del intenso frío y la lluvia que azotaron a la ciudad, los vecinos se dieron modos para utilizar los nuevos contenedores.