Según los organismos de socorro, enfermeras y médicos, la utilidad de un botiquín en el hogar depende del nivel de conocimientos que tienen los integrantes de la familia sobre los instrumentos e insumos médicos que debe contener y sus usos.
Hay emergencias domésticas que no son tan graves y que sí pueden ser tratadas en casa. Una de las recomendaciones es que en todo hogar debe existir un botiquín de primeros auxilios a la mano. Así, existen dos tipos de botiquines. Los básicos, que ayudan en caso de accidentes, y los completos, que permiten estabilizar al paciente hasta que sea atendido por un socorrista o un médico.
Tenerlo bien equipado con los medicamentos y elementos básicos es esencial para hacer las primeras curaciones. Debe haber gasas, vendas, esparadrapos, algodón y guantes esterilizados, entre otros instrumentos necesarios.
Para desinfectar heridas es necesario tener productos como alcohol de 70º, agua oxigenada y otros desinfectantes. En el botiquín también es recomendable tener diversos medicamentos como analgésicos (paracetamol, ibuprofeno…), sobres de suero oral, crema para quemaduras y picaduras de insectos, así como suero fisiológico, tijeras, termómetro, pinzas, paletas y hasta una linterna para posibles emergencias por las noches.
Es importante tener el botiquín en un lugar seguro para evitar accidentes de los niños. Debe ser hermético, pero fácil de abrir. Otro consejo es que se deben reponer los materiales que se vayan utilizando y comprobar periódicamente la fecha de caducidad de los productos, para evitar problemas.
También se pueden armar botiquines según las enfermedades de los integrantes de la familia. Si alguien tiene problemas con la presión puede ser necesario que se incluya un aparato para medirla. Así como los medicamentos que le fueron recetados.
20 recomendaciones sobre el uso del botiquín en casa
Las pinzas quirúrgicas sirven para cortar, separar o extirpar tejidos de la piel de los pacientes. Antes de utilizarlas se debe desinfectar las pinzas con alcohol antiséptico.
Las tijeras ayudan en la colocación de las vendas. La Cruz Roja recomienda que las puntas deben ser redondas y no puntiagudas, porque se puede herir al paciente.
Los guantes de látex sirven para protegerse de los fluidos corporales de una persona que, por ejemplo, se encuentra con una herida abierta. Es una medida preventiva.
La mascarilla es indispensable para protegerse del polvo o de cualquier otro agente nocivo que afecta a las vías respiratorias y a la boca.
El suero fisiológico o agua pura sirven para desinfectar las heridas. Se debe aplicar en el área afectada y esparcir con una tela limpia.
Se necesitan dos tipos de venda. Una que sirve para inmovilizar un brazo cuando ocurren fracturas y otra para las heridas.
El ibuprofeno es el antiinflamatorio más utilizado. Puede causar problemas en el estómago por lo que su uso debe ser recomendado por el médico.
Los antigripales son medicinas que alivian los síntomas del resfriado. Actualmente están sujetos a prescripción médica.
Las sales de rehidratación son útiles en caso de diarreas o vómitos. Algunas bebidas rehidratantes pueden contener azúcar que empeorará la diarrea.
Los antisépticos se utilizan para evitar la infección de las heridas. Los más comunes contienen sustancias yodadas.
El suero fisiológico se puede utilizar para el lavado de heridas y para lavados nasales y oculares.
Ante una picadura de insecto se debe aplicar frío durante un minuto, colocando hielo en una bolsa o utilizando una funda de alimentos congelados.
Para una quemadura superficial se debe aplicar agua fría durante 15 minutos. Luego se debe cubrir el área afectada con gasa.
Recuerde desinfectar y secar los instrumentos metálicos como las pinzas y las tijeras. Si están oxidadas reemplácelas.
Revise, al menos, una vez al año el botiquín. Elimine los productos en mal estado o caducados.
Mantenga los medicamentos en sus envases originales o coloque una etiqueta. Si no puede identificarlos deséchelos.
Haga una lista de las medicinas del botiquín. Así podrá revisarlas y encontrarlas más fácilmente.
No deje los medicamentos al alcance de los niños. Supervise la utilización de los mismos y el material de curación.
Evite guardar en el botiquín las medicinas de uso diario o que son parte de algún tratamiento particular. Algún miembro de la familia podría confundir los medicamentos.
Los medicamentos prescritos para una enfermedad concreta no deben incorporarse al botiquín porque algunos solo deben emplearse bajo supervisión médica.
‘Me entrené para ayudar’
Frank Fuentes. Promotor de ciclismo
Los remellones y golpes por caídas son los accidentes más frecuentes entre las personas que practicamos ciclismo urbano. Como promotor de ciclismo, con regularidad se organizan recorridos dentro y fuera de la ciudad. En cada salida es indispensable llevar un botiquín de primeros auxilios.
Este incluye alcohol, agua oxigenada, cinta adhesiva, bisturí, tijeras, analgésicos y antiinflamatorios. Hace unos cinco años recibí entrenamiento en primeros auxilios. Son conocimientos básicos que permiten dar asistencia inmediata en caso de un accidente. En una ocasión, un ciclista sufrió una caída desde un graderío. Eso ocurrió en la plaza 24 de Mayo, durante un recorrido nocturno. El ciclista se rompió el labio y se raspó el rostro, eso le causó una hemorragia, lo primero que se hizo fue identificar las heridas. Desde un celular se llamó a los servicios de emergencia para pedir asistencia médica. Mientras tanto, del botiquín saqué gasa y agua oxigenada para limpiar sus heridas. Esos primeros cuidados pudieron evitar una infección.
El ciclista estaba muy nervioso en el momento del accidente. Por eso, es importante mantener la calma y tranquilizar a la persona accidentada y mantenerla en una posición cómoda y que evite causar más daño a sus heridas. Cuando los paramédicos llegaron evaluaron al paciente y en seguida suturaron sus heridas.
‘El botiquín me salvó’
Fernando Beltrán. Padre de familia
En dos ocasiones tuvimos una emergencia en la casa. Yo vivo en el sector de Solanda, en el sur de Quito, y no hay un centro de salud cercano.
En la primera, mi hijo se cortó el pie cuando jugaba en su bicicleta. Fue con un vidrio en el patio de la casa. No sabíamos qué hacer. En el momento del susto no encontrábamos nada. En el cajón de la cómoda donde se guardan las pastillas solo había gasas y vendas.
En la segunda ocasión mi esposa, Maribel Pico, se quemó mientras horneaba un pollo. Lo primero que hice, por la desesperación, fue poner un paño de agua fría para luego llevarla al centro de salud. A partir de esas dos emergencias que pasamos en mi familia, decidí comprar una caja de madera y equiparla con los implementos necesarios. Fue curioso porque al poco tiempo de que lo instalé me pudieron atender cuando me corté la mano con una lata del carro, mientras lo lavaba en la casa. Con todas las cosas en orden, mi esposa pudo utilizar el agua oxigenada, las gasas, las curitas y las vendas. En principio, instalé el botiquín en el baño y las cosas se dañaron.
Luego lo ubiqué en mi dormitorio. Por desconocimiento, guardábamos pastillas y jarabes de los niños. No nos percatamos que las medicinas se caducaron y no las cambiamos. Un pariente que siguió un curso de primeros auxilios nos explicó el uso adecuado del botiquín. Recién ahí incluimos un radio, una linterna y pilas.