Mi libertad está basada en la posibilidad de manifestar mis ideas y convicciones, de manera tal que no sea objeto de censura previa.
Durante mi carrera profesional aprendí, desde muy joven, a escribir sin necesidad de romper mi pluma y a comunicar sin que tiemble mi voz ante cualquier circunstancia, siempre con la certeza de cumplir con el deber.
Como periodista deportivo defiendo siempre los más importantes valores humanos en base a la filosofía del deporte olímpico. Vivo plenamente mi libertad, cuando escribo o expreso mis pensamientos protegiendo siempre a los deportistas y a mis estudiantes en la cátedra.
Asimismo, veo amenazada esa libertad cuando ciertas personas mediante leyes tratan de coartar criterios opuestos.
En mi actividad he recibido muchas amenazas con respecto a mis opiniones, pero siempre me he manejado bajo una ética periodística. Investigar, analizar y expresar la información con convencimiento, han sido parámetros fundamentales en mi profesión.