En los últimos 10 años, el Distrito Metropolitano de Quito ha perdido 26 000 hectáreas de cobertura vegetal, tanto de bosques nativos como de ecosistema páramo.
Esta pérdida está relacionada con algunos factores, como, por ejemplo, cambios de uso de suelo, el avance de la mancha urbana y los incendios forestales.
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Diego Naranjo, especialista forestal de la Secretaría de Ambiente del Municipio de Quito, explicó a El Comercio que entre las parroquias que más incendios registran en Quito están San José de Minas, Lloa, Píntag, Calacalí.
El patrimonio natural de Quito
El patrimonio natural de Quito está representado en 15 ecosistemas, entre ellos están el bosque nublado, el Chocó andino, páramo, bosque seco, etc. Estos ecosistemas se afectan año tras año por los incendios forestales.
Estos incendios forestales hacen que los servicios ecosistémicos que nos brindan se afecten considerablemente. Es decir, los beneficios que nos brindan estos ecosistemas se reducen; por ejemplo, producción de materia prima, alimentos, medicinas ancestrales.
La vida del páramo está directamente relacionada con la provisión del agua que consumimos. El ecosistema páramo cumple una función importantísima de regulación hídrica.
Naranjo señala que los ecosistemas de páramo son muy sensibles y, al afectarse por un incendio forestal, esa función hídrica tan importante para el ser humano entra en riesgo.
Bomberos sofocaron un incendio en el cerro Puntas el 9 de julio. Foto: Bomberos Quito
¿Qué función cumplen los ecosistemas?
Los servicios ecosistémicos, es decir, los beneficios que cada uno de los ecosistemas nos brinda, comprenden procesos tan relevantes como la regulación del clima, regulación de la erosión, purificación del aire.
Además, las especies animales que viven en cada ecosistema cumplen funciones importantes para mantenerlo con vida, como la polinización.
Los incendios forestales constituyen un riesgo a la vida de especies de fauna y de flora nativas que viven en cada uno de los ecosistemas. Los Bomberos han encontrado animales quemados en los bosques luego de los incendios.
Un caso afortunado es el de Chaupi, un perro que acudió en busca de ayuda a los bomberos en el 2023, luego de un incendio en el sector de Tababela, en Quito.
Chaupi fue puesto a salvo y recibió atención médica, pues presentaba quemaduras. Él se convirtió en un miembro más de la familia del Cuerpo de Bomberos Quito y ahora es el símbolo de la institución para concienciar sobre los daños que los incendios causan a los ecosistemas.
Gabriel Rodríguez, capitán de Bomberos Quito, comentó que Bomberos impulsa la campaña Juntos contra el Fuego para que la ciudadanía conozca cómo evitar un incendio forestal y qué hacer si detecta uno. Chaupi es el personaje principal de esta campaña.
Rodríguez comenta que las quemas a cielo abierto están prohibidas en Quito. Existe una ordenanza municipal aprobada en mayo de 2024 que sanciona con uno a 75 salarios básicos unificados a quienes ocasionen incendios forestales.
Para esta sanción no es necesario encontrar a la persona causante de un incendio en flagrancia, es decir, en el instante en que enciende fuego, sino que por medio de clave catastral con el apoyo de la Agencia Metropolitana de Control se pueden establecer sanciones.
Miembros de Bomberos Quito trabajaron en un incendio forestal en sector de El Quinche-La Victoria. Foto: Bomberos Quito
El fuego destruye también los suelos
En un incendio forestal, la vida que hay en el suelo también desaparece. Hay especies animales como insectos y microorganismos que cumplen funciones importantes como secuestrar y almacenar carbono en el suelo.
El Municipio de Quito trabaja conjuntamente con Bomberos Quito, Secretaría del Ambiente, administraciones zonales, Agencia Metropolitana de Control en la prevención de incendios. Para ello realizan campañas con la ciudadanía para que conozcan el manejo integral del fuego y usarlo de manera responsable.
Según el ECU911, en lo que va del año, se registraron 759 emergencias a escala nacional relacionadas con incendios forestales.
Marzo fue el mes que más incidentes registra, con 173 eventos; sin embargo, en lo que va de julio ya se contabilizan 128 eventos. El ECU establece un promedio diario de 35 casos en Ecuador.