Desde este viernes 14 de octubre de 2022 arranca el proyecto de un museo que rescate la identidad barrial de San Blas. Esta iniciativa de los vecinos busca apropiarse de los espacios públicos para luchar contra la inseguridad.
Hay delincuencia y personas ajenas que llegan al barrio a “dañarlo”, asegura Ámbar Ayala que vive en el sector hace más de dos décadas. Sin embargo, está convencida de que la participación comunitaria es vital para recuperar el barrio.
“Hago un llamado a la vecindad. Nosotros somos el motor de este lugar”, dice. Esa es la única alternativa para desplazar a la delincuencia y recuperar los espacios.
En el camino para lograrlo, la comunidad ha recuperado la casa comunal que estaba abandonada. Ahora planean ocuparla para actividades culturales y artísticas.
Juan Carlos Rojas, presidente de San Blas, anunció que formarán el primer museo barrial de la ciudad. Con donaciones de los vecinos buscan armar la historia de la comunidad y que los vecinos se sientan identificados y seguros en el barrio.
De acuerdo con datos de 2021 del Colectivo Quito Cómo Vamos, el 44,2% de los quiteños no confía en sus vecinos. Y esa es otra estadística que en San Blas buscan mejorar a través de los proyectos vecinales. Aun así, para Rojas, es primordial la corresponsabilidad de las autoridades municipales.
Recientemente las luminarias de la plaza de la iglesia fueron reparadas y los vecinos ya sienten la mejoría. Para Rocío Camino, comerciante del lugar, el cambio se va sintiendo.
“Sí pedimos ayuda a la Policía, pero también a los vecinos”, dice la mujer que es parte de un negocio tradicional que lleva más de 80 años en la calle Caldas. Asegura que cuando se unen los vecinos se puede ver un mejor ambiente.
De hecho, los vecinos del sector participan en mingas para limpiar los espacios comunitarios y mejorar la convivencia de todos. Un ejemplo de eso, es la rayuela y juegos tradicionales que se han pintado al pie de la Plaza Belmonte, sobre la calle Antepara.
“Los niños poco a poco ya salen a jugar e incluso los turistas”, cuenta Rojas. Su esperanza es que más vecinos participen y logren desterrar a quienes promueven esa sensación de inseguridad en las calles de San Blas. Un ejemplo de unidad vecinal que puede ser replicado en otros sectores.
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