El servicio que se ofrece en el hotel El Relicario del Carmen, ubicado en el Centro Histórico, fue premiado. La organización Business Initiative Directions (BID) concedió a los ejecutivos y propietarios de esta tradicional casona el Premio Internacional de la Calidad, en la categoría Platinum.
Cada año, la BID otorga este galardón “a las empresas que se han destacado por su compromiso con la calidad”.
La premiación se realizó a fines de mayo en el Centro de Convenciones del hotel Marriott en Times Square, Nueva York (EE.UU.), la difusión pública de este reconocimiento se realizó el lunes pasado.
Business Initiative Directions es una organización orientada a promover la cultura de la calidad y la mejora continua en las empresas a escala mundial. Implanta modelos de calidad y premios que promueven e identifican los méritos de las entidades.
Carlos Zambrano, asistente administrativo del hotel, comenta que la noticia fue bastante alentadora para los nueve empleados que allí trabajan.
“Para el personal ha sido una motivación y, a la vez, un compromiso para seguir respondiendo a las expectativas turísticas”.
El hotel se encuentra en la calle Venezuela 1041, entre Olmedo y Mejía, en el centro.
Desde afuera, con apenas 12 metros de frente, parece que el inmueble tuviera dos pisos.
Pero al ingresar y recorrer sus pasillos se muestran las cuatro plantas, donde se ubican las 18 habitaciones que están listas para recibir a los turistas.
La recepción es elegante y amoblada, con tradicionales sillas antiguas, de un marcado estilo clásico. Tiene una iluminación tenue, que resalta la época, en la cual fue construida: 1705.
La historia envuelve a El Relicario del Carmen. En 1723, esta casa perteneció a un chapetón, Antonio Fernández Salvador. Después fue el sitio de encuentro de ilustres, donde surgieron historias de amor y matrimonios.
Antonio José de Sucre, Juan José Flores, entre otros, visitaron la casa para desposar a las hijas de los nuevos dueños: Antonio Jijón y Mariana Vivanco. En 1880, la casa pertenecía a Francisco de Paula Salvador de la Barrera.
Hace 15 años, un grupo de socios compró la edificación y la recuperó. Entonces, se conservaron la estructura, los materiales y objetos antiguos. Empezó a operar en mayo del 2006.
El premio Platinum es el segundo reconocimiento que tiene El Relicario. El primero fue concedido en París, por la misma organización, en octubre del 2009, en la categoría Oro.
Para Jéssica Salvador, gerente del hotel, el galardón es una motivación de superación constante. “Es un reconocimiento a la calidad, lo que significa superarse día a día y mejorar en todo sentido”.