Vecinos de barrios como La Primavera, San Vicente e incluso de La Comuna (afectados por el aluvión ocurrido el lunes, 31 de enero del 2022) se congregaron en la parte alta del primero de estos sectores, donde se pretende desarrollar el proyecto denominado Cenizario Urkupamba, en Quito.
Con banderas negras y carteles, el grito de quienes llegaron hasta el lugar fue contundente: “No a Urkupamba”. Se sumaron consignas como “Cuidemos los árboles” y “Barrios unidos”.
La concentración se desarrolló la mañana de este viernes, 4 de febrero del 2022, de la mano de una inspección realizada en el sitio por parte de autoridades.
Estuvieron los concejales capitalinos, Luis Reina y Soledad Benítez y delegados de la Administración Zonal Eugenio Espejo, Secretaría de Ambiente y Empresa Pública Metropoltiana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps).
Se sumó William Basantes, presidente de la Federación de Barrios de Quito, quien exigió que el alcalde, Santiago Guarderas, defienda a los habitantes de la ciudads. Sobre la tragedia en La Comuna y La Gasca apeló a que las víctimas sean indemnizadas.
La inspección se dio desde el exterior del espacio donde se plantea el proyecto, pues, se trata de una propiedad privada. Allí hay una puerta que delimita el ingreso. Desde esta iniciativa han mencionado que la propuesta incluye reforestación y no tala de árboles.
Vecinos y autoridades recorrieron por la orilla de la quebrada Rumipamba y por una estructura levantada en la época en la que el Pichincha estuvo en proceso eruptivo. Esta, a la par, hace las veces de puente, que conecta la vía de acceso con el predio involucrado en el proyecto privado.
La tragedia ocurrida en La Comuna y La Gasca avivó aún más el rechazo por la construcción del cenizario. Los moradores sostuvieron que se debe parar cualquier tipo de construcción en las zonas protegidas y así evitar nuevas desgracias. De ahí que, en la protesta, además de manifestarse en contra del proyecto, se solidarizaron con los vecinos de La Comuna, la zona más afectada por el aluvión.
“Nuestra bandera está de luto”. Estas fueron las palabras que resonaron al pie del Pichincha. A la par, dirigentes barriales anunciaron que seguirán firmes y adelantaron un nuevo plantón para la tarde de este viernes, en la av. Mariscal Sucre y Mariana de Jesús. Y recordaron que su lucha es por todos aquellos que pueden salir afectados.
Sin dejar fuera que al pie del Pichincha hay hospitales, planteles educativos, etc.
Según datos de la Secretaría de Ambiente, ya está en marcha el proceso de ajustes a la Ordenanza 446, que tiene como objetivo la ampliación de la superficie del área bajo protección (de 9 932 hectáreas a 22 570 hectáreas, aproximadamente).
Se busca ampliar la protección y el desarrollo de un modelo de gestión más dinámico e incluir un proceso de valoración de los servicios ambientales del área, que sustenten un nuevo modelo de incentivos para la conservación.
Desde la Secretaría también detallaron a este Diario que el proyecto del cenizario se encuentra en proceso de regularización, tanto en las diferentes instancias municipales, como en el Ministerio del Ambiente, ya que está ubicado dentro del bosque y vegetación protectores, Laderas del Pichincha, que es regentado por la Cartera de Estado.
En el 2019, la Secretaría, por pedido del promotor, analizó una versión preliminar y generó una serie de observaciones y recomendaciones para disminuir el potencial impacto ambiental en la cobertura vegetal nativa, en la plantación de eucalipto y en la quebrada Rumipamba, con la que limita en su lado sur. Y que, actualmente, el promotor no ha ingresado a la Secretaría de Ambiente un pedido o revisión del proyecto reformado. El tema está a cargo de la Administración Zonal Eugenio Espejo. Y quién tiene la competencia sobre los permisos ambientales es el Ministerio.
Por su parte, el Municipio, a través de un comunicado, del martes 1 de febrero, afirmó que la actual administración no permitirá la construcción de ningún proyecto que atente contra la seguridad de la comunidad y del ambiente.