Los adultos que se encuentran próximos a jubilarse o que ya se jubilaron buscan alternativas para ocupar su tiempo libre.
Algunos son parte de grupos y actividades colectivas en las que comparten con otras personas y al mismo tiempo se distraen y aprenden cosas nuevas.
Los adultos se inscriben en cursos de computación básica, manualidades, tejidos… otros, en cambio, optan por aprender por su propia cuenta alguna actividad artística, como por ejemplo, la pintura. Aquí cinco historias.
El objetivo de emprender
Elizabeth Guerra, 57 años
“Yo aporto voluntariamente al IESS. Por lo pronto estoy en casa, estaba trabajando en una empresa y desgraciadamente por esto de la pandemia nos despidieron a la mayoría de personas. Iniciamos con el curso de manejo de celulares, ahora estamos en el segundo nivel de computación.
Los cursos son en la mañana, de 09:00 a 11:00 y en la tarde, de 14:00 a 16:00. También hay intensivos los sábados en la mañana.
Para mí es una experiencia maravillosa, ya que muchas de las ocasiones por el tiempo y la edad consideramos que tal vez ya no estamos en la época de estar en este aprendizaje.
Pero, poco a poco, considero que la vida que estamos viviendo actualmente nos regimos en todo a base de sistemas de computación, pues nos obliga a aprender más y enfocarnos en el aprendizaje de la computación.
Ahora que viene el sistema de facturación electrónica, entonces es importante para nosotros –a pesar de estar en casa-proyectarnos en el aprendizaje.
Para mí es importante aprender esto de la computación porque mi objetivo es emprender. Quisiera ponerme un emprendimiento familiar con mis hijas. Ojalá que con este curso podamos dirigirnos a metas positivas e incluso dar empleo a otras personas con nuestro emprendimiento.
Mi hija, la mayor, tiene su propio negocio: una bodega al por mayor y menor de víveres. Y mi objetivo es ser parte de ese emprendimiento. Ella ya lo tiene como hace unos seis años y le ha ido muy bien.
Agradezco la apertura que nos dan, prácticamente a los adultos mayores, para sentirnos útiles ante la sociedad, la familia y uno mismo. Sería importante que se implementaran más cursos de arte, inglés, manualidades…”.
La pintura como entretenimiento
Ernesto Puente, 65 años
“Me jubilé hace tres años. Trabajé en la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec EP) – Unidad de Negocio TermoPichincha.
Vivo en la parroquia Alangasí, barrio Ushimana, sector Huayraloma. Una vez que me jubilé me dediqué primero a arreglar algunas cosas que tenía guardadas en casa que pensaba que en el momento que jubile iba a necesitar.
Las obras de arte (pinturas) las hice porque desde niño me gustó el dibujo, luego me gustó la pintura. Pero por asuntos de estudio y laborales no practiqué esto. Entonces, luego de que me jubilé -en los espacios libres que tengo- me dediqué a dibujar y a pintar.
Nadie me enseñó a pintar, solamente tengo referencias de que en la escuela teníamos un espacio para dibujar y de ahí prácticamente nació el interés y el gusto que tengo por dibujar.
Los cuadros son réplicas de famosos pintores, de artistas ecuatorianos especialmente, son de extranjeros, con objeto de ir afinando lo que es la habilidad en brocha. Últimamente estoy haciendo cuadros propios, de mi imaginación, pero me gusta el surrealismo. Eso es por lo que más me inclino.
He pintado cuadros de Guayasamín, Kingman, Endara Crow. Y de extranjeros me encanta -por ejemplo- Dalí, un pintor japonés que no recuerdo el nombre, también de un pintor ruso.
La temática de los pintores ecuatorianos es del colonialismo. Me encanta pintar de estos no por lo fácil que es, sino por la expresión que nuestros antepasados tuvieron”.
No tengo un tiempo específico. Pinto cuando me siento tranquilo, libre, apasionado, alegre, cuando tengo instinto de pintar. Una vez que termino mis cuadros siento satisfacción, alegría, dicha de que me salió tal como uno lo tiene en la imaginación.
Son cuadros de la vida real, que enfocan netamente cada vivencia que se tiene. La mayoría de los cuadros los he trabajado en acrílico, pocos en óleo. Los cuadros que hago son más para satisfacción familiar; es decir, se ponen en lugares que resaltan, dan vida al espacio.
También me ha gustado hacer murales, de hecho, tengo dos en mi propia casa, que adornan, se ve mejor el lugar. Ahí pinté mi casa donde se ve el espacio, el horizonte que resplandece.
He vivido las etapas maravillosas de la vida, una que estoy viviendo ahora es la de ser jubilado. Lo importante es tener salud, porque sin salud no se puede hacer nada. Lo que he apuntado es a estar bien, llevarme bien como mis hijos, estar atento de ellos.
La pintura prácticamente viene a ser un entretenimiento, por el momento no pienso vender mis cuadros. Si vienen amigos y les gusta la pintura, les digo que escojan el cuadro que quieren. Eso es lo que me satisface. Lo que recibo del Seguro creo que me da para vivir cómodamente”.
Una ayuda para la familia
Rosa Sosa, 56 años
“Aún no me jubilo, todavía me falta. Me parece que aprender computación es muy útil para la casa, para los hijos. Ahora, en mi caso, para los nietos.
Estamos en la casa para ayudarles a hacer sus trabajos, tareas. Y a pesar de que ellos saben más que yo de informática porque les están enseñando desde primer grado, no está demás aprender. Tengo dos nietos, de 5 y 4 años.
Y como dicen, nunca es tarde para aprender, por eso estoy aquí en donde me dan la facilidad de aprender muy bien por las profes que nos han tocado tienen mucha paciencia, son lindas personas.
Ahorita estoy en el segundo módulo de computación y comenzamos con redes sociales. Estamos viendo los navegadores. Está muy interesante porque podemos buscar sitios turísticos, hoteles, los precios de los hoteles para hacer reservaciones.
Tengo la ilusión de seguir aprendiendo y aprovechar estos cursos que son gratuitos, además de todo. Las clases son por dos horas durante tres días a la semana: lunes, miércoles y viernes.
De pronto, si tuviera la oportunidad de emprender algún negocio, sí lo haría.
Me parece muy bueno esto de los cursos que están impartiendo, nos incentivan a las personas mayores a no dejarnos vencer, estar siempre atentos. Disponemos de tiempo y de la voluntad de aprender.
Sería bueno que pongan el curso de inglés y sería bueno para nosotros poder aprender porque hay personas que viajan. Por lo menos saber lo básico”.
Fortalecimiento de las destrezas
Lourdes Fernádez, 57 años
“Todavía no me jubilo. Yo vivo en el sector del Infa, en el valle de Los Chillos. En el curso que estoy participando estamos haciendo todo lo que se relaciona con manualidades para nosotros poner en nuestros hogares, como, por ejemplo, en las cocinas.
Hacemos limpiones en donde colocamos las fundas para volver a reutilizarlos y muñequitos que estén dentro de las fechas que estén en el año, como puede ser el Día del Amor y la Amistad, Día de la Madre, Día del Maestro.
Estas fechas las utilizamos para aprender todo lo que es estas manualidades para nosotros hacer con nuestras manos y sacar un emprendimiento.
De pronto por nuestra edad también ya estamos perdiendo ciertas destrezas, por lo que aquí recordamos nuevamente las habilidades, las motrices, porque hay muchas personas que ya no pueden mover sus manitos, entonces aquí hacemos esos ejercicios, en donde eso nos ayuda -de igual forma- a desestresarnos.
Casi la mayor parte de cursos se dictan en las tardes (Centro de Formación Comunitaria de Conocoto). Así podemos aprovechar el tiempo porque ya hemos hecho nuestras labores, tareas y nos dirigimos a desestresarnos y a hacer lo que nos gusta.
Ya a esta edad es para hacer algo que nos guste, descansar. Es también estar dentro de un grupo del que podemos conversar y salir de la rutina de todos los días.
Estoy haciendo este curso para emprender y para enseñar a las personas que necesitan, porque en nuestra comunidad hay muchas personas que están desempleadas y si es que ya les damos un instrumento para poder emprender, para sacar un medio como sustento, sería mucho mejor. También para poner nuestras casas de la mejor manera, tenerlas bien adornaditas.
Hay diferentes formas de hacer talleres. Yo lo hago ahora en juguetería, hay cerámica y otros más. Podemos ingresar en donde mejor nos sintamos.
Utilizamos flores (manualidad) para poner adornos en nuestras toallas como hemos hecho con las muñequitas de baño. También se usa palillos de pinchos para hacer los cuerpitos de las muñecas.
Se puede comprar material nuevo o de algo que pueda reutilizar para no desperdiciarlo y así ayudar a nuestro planeta”.
Transmitir conocimientos a otros
Luis Chalco, 65 años
“Vivo actualmente en La Magdalena (sur de Quito). Estoy jubilado del sector público. Yo trabajaba 35 años en el Ministerio de Agricultura y Ganadería en el área de documentación, archivos y expediente. El año anterior me jubilé (2022).
Se está dando la oportunidad de estos cursos de computación y como estamos en la era de la tecnología y con lo que se vivió con lo de la pandemia del teletrabajo y todos los estudios también, entonces es necesario estar al día con la tecnología. Más que todo para nuestros familiares, hijos que necesitan esta enseñanza de la computación.
Como ahora ya estoy libre en mi ejercicio. Yo estudié mi licenciatura en el área de Derecho, entonces aquí se necesita establecer los reglamentos internos de cada uno de los barrios. Como se dice, hay que legalizarlos.
Los Comités Barriales necesitan de personas que les orienten, entonces en eso me he estado enfocando. Las personas que son dirigentes de barrio son de la tercera edad –la mayoría- y en eso estoy para orientarles un poco en el sistema de organización, de acuerdo a la ordenanza del decreto ejecutivo para las organizaciones sociales en el país.
Estos conocimientos de computación que estoy aprendiendo me ayudan a que las cosas no se queden en el aire, sino que se las daría por medio de diapositivas, de YouTube, TikTok. En base a estos se enseñaría la capacitación sobre las organizaciones sociales en los barrios y lo captarían de mejor manera como se ha visto últimamente en las campañas políticas con el uso del TikTok que ayuda para que la gente acoja de mejor manera estas charlas.
Tenemos que ocuparnos en algo, lo que hemos aprendido y estudiado tenemos que llevarlo a la práctica y dar los conocimientos a las personas que nos siguen. De acuerdo a nuestra afinidad, estamos trabajando en este sentido. Hay personas a las que les ha gustado el deporte, la cultura, entonces también están haciendo eso.
Hay tres módulos de computación implementados. Hasta el momento hemos aprendido Word, Excel, Power Point, Internet, YouTube… hasta culminar en redes sociales (último módulo).
Al adulto mayor ya no le dan oportunidades de trabajo, entonces estos grupos de negocios de deporte, cultura son una opción. Los cursos de defensa personal son también muy buenos por el tema de la inseguridad que se vive en todo el país y el mundo.
Pienso que se debería abrir un curso de mediación y arbitraje porque en los barrios existen conflictos”.
Oferta de talleres
Las 49 Casa Somos ubicadas en distintos puntos de la capital ofrecen múltiples talleres dirigidos a adultos mayores. Hay gastronomía, manualidades, pintura en cerámica, bailoterapia, computación básica y otros más. Para revisar los cursos, organizados por cada Administración Zonal, puede visitar el siguiente enlace.
Por otro lado, también están los talleres que ofrece el Servicio Ecuatoriano de Capacitación Profesional (Secap). Hay opciones de mantenimiento y reparación de vehículos, manipulación de alimentos para bares escolares, contabilidad básica. Si le llama la atención conocer más acerca de la oferta de actividades que se comparten a través del Secap, visite el link.
Desde los Gobiernos Parroquiales de la urbe también se ofrecen cursos, como en el caso del Centro de Formación Comunitaria de Conocoto, en el valle de Los Chillos. En ese espacio ofrecen opciones en modalidad presencial y virtual. Ellos tienen el apoyo del Consejo Provincial de Pichincha, institutos y universidades. Al final de cada módulo los participantes reciben un certificado.
“Estamos enfocados en el impulso al adulto y adulto mayor. Tenemos un grupo de damas que nos ayudan en el taller de tejido, la mayoría son personas jubiladas que quieren aportar a la sociedad. Ellas tejen con crochet y agujetas. También tenemos computación básica para adultos y adultos mayores donde les enseñamos a utilizar la computadora, a que no tengan miedo de la tecnología”, comenta Ivan Guanocunga, administrador del Centro de Formación Comunitaria.
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