El Secretario Jurídico de la Presidencia ha descalificado el informe de Nina Pacari sobre las enmiendas constitucionales propuestas por el presidente Correa, porque a su juicio demuestra que la “partidocracia corrupta” sigue enquistada en la Corte Constitucional (CC).
Se da por descontado que Alexis Mera, en cambio, está complacido por la decisión del magistrado Roberto Bhrunis, quien dio paso a las cinco preguntas de la consulta, con replanteamientos. Vale la pena recordar que tanto Pacari como Bhrunis fueron parte del Tribunal Constitucional elegido en mayo del 2007 por un Congreso cercano al Gobierno, y que cinco meses después se arrogó las importantísimas facultades de la CC, pese a que según el régimen de transición ésta debía elegirse una vez que fueran constituidas las otras funciones.
Como fuera, se trata de reglas de juego que al propio Gobierno le conviene respetar una vez que decidió seguir ese camino político; a éste es al que menos le conviene suscitar una revisión exhaustiva sobre los orígenes políticos de la actual CC, e incluso sobre su cuestionada legitimidad.
Mientras tanto, no se escucha ningún eco sobre la gravísima denuncia de posible cohecho para lograr una resolución de la CC favorable a la Cervecería Nacional. El pago de más de USD un millón por parte de la empresa a un abogado sin título que resulta ser hermano del Secretario de la CC y amigo de su Presidente, en condiciones normales, sí debía haber hecho sonar las alarmas frente al reivindicativo discurso de las manos limpias. Ahí tampoco conviene ir hasta el fondo…